La Audiencia Provincial de Álava ha condenado a 14 años de cárcel a un hombre que agredió sexualmente a su hija desde que esta tenía seis años hasta los 14. Ocho años de infierno en el que el hombre aprovechaba que se quedaba solo en casa con la pequeña para someter a su propia hija. La sentencia puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV).
Las agresiones sexuales comenzaron en 2008 y no pararon hasta 2016. Sin embargo, la víctima, como ocurre muchas veces en este tipo de casos, aún tardó algunos años más en denunciar lo que le había hecho su progenitor. Lo hizo cinco años más tarde, en 2021, cuando se independizó.
La víctima, que hoy en día tiene 22 años, hizo un relato, en opinión de los juristas, “coherente, verosímil y creíble” de los hechos denunciados y que se produjeron entre 2008 y 2016.
Los ataques sexuales a los que fue sometida por su propio padre se producían en ausencia de la madre y, en ocasiones, la sentencia considera probado que el procesado “utilizó directamente la fuerza”.
Por todo ello, según publica El Correo, el tribunal considera al procesado autor de un delito continuado de agresión sexual a menor de 16 años y le impone una pena de 14 años de prisión. Además, decreta libertad vigilada de cinco años a ejecutar tras la pena de cárcel.
La sentencia le prohíbe comunicarse y acercarse a la víctima a menos de 500 metros durante 15 años y le inhabilita para cualquier profesión u actividad, sea o no retributiva, que conlleve contacto regular o directo con menores de edad durante 17 años. Asimismo, el procesado deberá indemnizar a la joven con 40.000 euros por los daños causados.
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