Azpeitia rechaza instalar en sus calles la escultura de una lavandera "demasiado femenina" y se desata la polémica
El ayuntamiento no la quiere en sus calles y ofrece una sala para exhibirla
El artista denuncia que la lavandera (mide dos metros) no entra por la puerta de la sala
El escultor azpeitiarra Iosu Azkue ha trabajado durante casi un año en esta escultura de mármol negro
La polémica en el municipio guipuzcoano de Azpeitia tiene como protagonista a una escultura con forma de mujer, demasiado estereotipada para algunos, mide dos metros y está hecha en mármol negro de Markina.
Un año ha tardado el escultor guipuzcoano Iosu Azkue, vecino de esta misma localidad, en dar forma a ‘Labanderak’, una escultura con la que pretendía homenajear el trabajo de las mujeres de Azpeitia que antiguamente hacían la colada en los lavaderos públicos.
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La sorpresa ha llegado cuando al hacer entrega de este regalo al Ayuntamiento de Azpeitia para que se colocara junto al viejo lavadero anexo a la parroquia de San Sebastián de Soreasu, el consistorio ha hecho caso omiso del dicho popular que recomienda que “a caballo regalado no le mires el diente”.
Pues bien, ellos le han mirado el diente, o mejor dicho, las voluptuosas formas de esta lavandera de mármol y no les ha gustado que la escultura sea “demasiado femenina”, es decir, que muestre “un estereotipo del cuerpo” de la mujer. Consideran que la imagen “no responde a la tipología de las lavanderas de la época”.
Las lavanderas de antaño no eran así
En definitiva, el Ayuntamiento no quiere a la lavandera de Azkue en sus calles, pero consciente del trabajo que le ha supuesto al autor dar forma a un bloque de 2.800 kilos de mármol, le ha propuesto como alternativa exponerla en un interior, en concreto, en la sala Betharram.
El artista que ideó la escultura, basándonos en el lugar en el que estaba previsto que fuera instalada, el albergue junto al viejo lavadero anexo a la parroquia de San Sebastián de Soreasu, argumenta que su lavandera ni siquiera entra por la puerta de la sala que le han ofrecido como consuelo para exponerla. Según publica Noticias de Gipuzkoa, está harto del revuelto que se ha generado en torno a su obra, Azkue prefiere no comentar la polémica, pero en Azpeitia no se habla de otra cosa.
Mientras que EH Bildu rechaza exhibir la escultura porque “no se corresponde con la imagen de las lavanderas de aquella época”, el PNV defiende que el resultado final se ajusta a la maqueta presentada por Azkue cuando su obra fue una de las ocho seleccionadas para recibir una beca, en el marco de ‘Sormen Bekak 2023’, concedida por el mismo ayuntamiento que ahora la rechaza y por Kulturaz Kooperatiba. El PNV no comprende el argumento de que "no refleja la imagen de las mujeres azpeitiarras porque es 'demasiado femenina'".
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