Esta misma semana se celebraba el Día Mundial de la Voz. Esa herramienta que nos permite comunicarnos y expresarnos y a la que hay que cuidar para evitar problemas relacionados con las cuerdas vocales, como pueden ser la afonía o el cáncer. Pero la voz también se puede someter a una operación 'estética'. Sí, hacerla más aguda o más grave mediante una intervención quirúrgica cada vez más en auge.
Tradicionalmente, las voces graves en los hombres se han asociado con altos niveles de testosterona y convierten por arte de magia a quienes las tienen en hombres más atractivos. ¿Quién no ha escuchado a locutores de radio o actores de doblaje, a los que, sin ni siquiera ver, se les presupone físicamente atractivos solo por su voz grave?
Sin embargo, ocurre, en ocasiones, que “el tsunami” en la laringe de los adolescentes que supone la muda de la voz no se desarrolla como se esperaba. Por eso, hay chicos que mantienen una voz demasiado aguda, para lo que “socialmente se acepta como una voz masculina”, y que se presupone grave, o una femenina, más aguda.
En estos casos, se trata la voz con técnicas de logopedia o con tratamiento hormonal. También se da el caso contrario, mujeres con voces muy graves que quieren volverlas más femeninas. Cuando las otras opciones no logran solventar el problema hay que recurrir a la cirugía. Sí, porque la voz se puede operar.
El otorrinolaringólogo de IMQ Mikel Landa, reconoce que, a pesar de no ser el lecho de trabajo más habitual de su especialidad, de unos años a esta parte “se han incrementado, considerablemente, las cirugías de voz”.
La mayor parte de las veces, los pacientes son mujeres transgénero que, en el proceso de reasignación de sexo, logran un aspecto femenino, pero su voz sigue siendo grave y, por tanto, asociada al género masculino. “Cuando no se consigue hormonalmente, se recurre a la ‘Glotoplastia de Wendler’”, dice.
Pero, ¿En qué consiste esta intervención quirúrgica? Se trata de una cirugía muy poco invasiva en la que “mediante endoscopia, sin cicatrices, se tensan las cuerdas vocales”, explica Landa. “No es complicada” y “el cambio de tono es espectacular”, añade.
Mientras que las mujeres transgénero tienen que recurrir a técnicas de logopedia o a esta cirugía para volver su voz más aguda, en el caso de los hombres transgénero, la masculinización de su voz suele lograrse con tratamiento hormonal.
La voz forma parte de nuestra imagen y puede surgir un conflicto si no te sientes reconocido en ella. Esa falta de aceptación puede generar sufrimiento en varones con voces muy agudas o en mujeres con voces excesivamente graves. En este último caso, el tabaco juega un papel fundamental en ese proceso de agravar las voces femeninas porque “el tabaco provoca una inflamación crónica”, dice el otorrinolaringólogo.
Actualmente, estos médicos especialistas en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que afectan al oído, nariz y garganta, incluyendo la voz, las glándulas salivales y el cuello, operan, sobre todo, “lesiones provocadas por el mal uso o abuso de la voz”, algo muy frecuente en profesiones como la enseñanza, por ejemplo.
En ocasiones, los pacientes llegan con malformaciones de nacimiento, pero también con lesiones provocadas por el consumo de tabaco. Por eso, evitar fumar, reeducar la voz y controlar su uso evitando el abuso son las claves para mantener la salud en la voz.
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