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Tras “uno de los viajes más difíciles que se van a hacer”, según lo definió la ministra de Defensa, Margarita Robles, el avión militar medicalizado que despegó de Torrejón de Ardoz el pasado viernes por la tarde, tomaba tierra este domingo con el vasco que llevaba dos meses hospitalizado en Tailandia con una pacreatitis necrotizante, a bordo. Su familia le esperaba esperanzada porque han sido "dos meses muy duros".
A las 19.30 horas Álex García ingresaba en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Universitario de Cruces en Barakaldo. El joven vasco está “consciente” y “asustado”, según uno de los doctores que le examinaron a su llegada a Euskadi.
La pesadilla de los familiares y allegados de Álex está lejos de terminar, ya que su pronóstico es “grave”, pero respiran algo más tranquilos sabiendo que Álex está ya en casa.
Tras dos meses ingresado en estado grave en la UCI de un hospital de Bangkok, y 14 horas de vuelo, su propio hermano en declaraciones al Diario Vasco admitía que “han sido dos meses muy duros, pero estamos esperanzados tras su vuelta”. Javi García no dudaba en calificar como “una pesadilla” el ingreso de Álex en Tailandia el pasado 25 de febrero, “se ha hecho larguísimo”, añadía.
En estos casi dos meses, Álex “no ha hecho más que empeorar”, en una cama de un hospital privado de Bangkok. Intubado y con riesgo de “sufrir una hemorragia interna severa”, los días fueron pasando. Su familia intentó repatriarlo en dos ocasiones, sin éxito. Su última esperanza para que este padre de familia, con dos hijos de 5 y 8 años, regresara a casa era un avión militar medicalizado.
Hace una semana, la mujer de Álex, Usoa Martínez, admitía que había mantenido una conversación con la ministra de Defensa y que le habían asegurado que estaban estudiando el caso y que les ayudarían. Aquellas palabras llenaron de esperanza a esta familia que no ha dejado de moverse para repatriar lo antes posible a Álex. Finalmente, y tras un trabajo a contra reloj, el pasado viernes 19 un avión medicalizado con un equipo de once profesionales, entre anestesistas, intensivistas, enfermeros de cuidados críticos y técnicos sanitarios en aeroevacuación despegó hacia Tailandia.
El avión militar del Ejército del Aire aterrizó este domingo a las 18.18 horas en el aeropuerto de Loiu. A pie de pista, esperaba una ambulancia de Osakidetza para trasladar al paciente al hospital de Cruces, donde quedó ingresado a las 19.30 con pronóstico grave y “clínicamente estable dentro de la gravedad del proceso abdominal que sufre desde hace dos meses”.
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