PNV y EH Bildu empatan a 27 escaños en las elecciones autonómicas vascas, aunque los jeltzales son la fuerza más votada, mientras que el PSE-EE logra dos escaños más hasta 12 escaños y el PP consigue siete. Por su parte Vox conserva su representante y Sumar entra en el Parlamento, con el 97,63% voto escrutado. PNV y PSOE suman 39 escaños, uno por encima de la mayoría absoluta.

Con estos resultados, los jeltzales perderían cuatro parlamentarios respecto a hace cuatro años, mientras que EH Bildu consigue seis más. Los socialistas son tercera fuerza con doce escaños (dos más) y el PP consigue siete representantes, uno más que en 2020.

Vox se mantiene con su escaño y Sumar entra en el Parlamento con un representante, mientras Elkarrekin Podemos desaparecería de la Cámara vasca.

Con estos datos, PNV y PSE-EE podrían reeditar su coalición y lograrían alcanzar la mayoría absoluta (38) ya que la suma de los dos asciende a 39 representantes.

El reparto de escaños se sigue con una atención particular y muy especial en el caso de la provincia de Álava, de un enorme valor estratégico para todos los partidos.

Para entenderlo hay que fijarse en el sistema electoral vasco, el único en España en el que no se tiene en cuenta la población para repartir los escaños proporcionalmente. Esto quiere decir, básicamente, que tanto Vizcaya como Guipúzcoa y Álava otorgan la misma cantidad de diputados: un total de 25, para el total de 75 que integran el Parlamento Vasco, que fija así la mayoría absoluta en 38.

^{*Los resultados se visualizan oficialmente a partir de las 20:00, al cierre de los colegios}

Si tenemos en cuenta que, según el Instituto Nacional de Estadística, las personas censadas con derecho a voto en Vizcaya son 945.874, en Guipúzcoa 587.709 y en Álava 261.623, esto quiere decir, básicamente, que en esta última provincia sale más ‘barato’ el escaño, puesto que se necesitan menos votos para obtener representación en el Parlamento autonómico.

Esta particularidad convierte a Álava en un feudo que todos quieren conquistar. Aunque representa el 14,57% del censo electoral, (frente al 52,69 de Vizcaya y el 32,73% de Guipúzcoa), su impacto es sumamente relevante, y también para los partidos a los que se les supone mucha menos fuerza en el total de votos.

Los candidatos, Imanol Pradales (PNV), Pello Otxandiano (EH Bildu), Eneko Andueza (PSE-EE PSOE), Javier de Andrés (PP), Alba García Martín (SUMAR), Miren Gorrotxategi (Podemos) y Amaia Martínez (Vox), conscientes de todo ello, miran con atención al escrutinio en la provincia.

No en vano, en las pasadas elecciones de 2020 Vox consiguió su único escaño en el Parlamento Vasco tras superar en esta circunscripción el 3% mínimo que se necesita y que establece el sistema electoral para acceder al reparto de éstos. Apenas necesitó 4.734 votos.

En los anteriores comicios, en Álava acudieron a las urnas 126.831 personas, lo que supone una participación del 49%, teniendo en cuenta que estaban llamados al voto un total de 258.846 ciudadanos con derecho al sufragio.

Aquella vez, y como sucede tradicionalmente en la provincia, --salvo en las elecciones de 1986, 1998 y 2009--, el PNV se situó como la fuerza más votada por encima de la fuerza abertzale, y el reparto de escaños fue el siguiente:

El resto de partidos, votados por este orden, no tuvieron representación: EQUO BERDEAK-VERDES; ATTKA/PACMA; EB-AZ; PUM+J; Recortes Cero-LV-M; LxE-EaL; O.E.; y L.F.F.

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