El WhatsApp, clave para condenar a un joven por violar a un amiga y absolverlo de otra agresión en Guipúzcoa

  • Dos amigas denunciaron a este joven de 25 años por haberlas violado en su casa de Elgoibar

  • La justicia le impone 4 años y medio de prisión por un delito de abuso sexual con penetración

  • Le absuelve del otro caso al considerar que las relaciones sexuales fueron consentidas

Estaba acusado de violar a dos amigas suyas, sin embargo, la Audiencia de Gipuzkoa solo le condena por un delito de abuso sexual con penetración a una de ellas, y le absuelve del otro caso, al considerar que los mensajes que esta mujer envió evidencian que la relación fue consentida. El WhatsApp se convierte en una prueba clave para dictar sentencia.

La justicia considera probado que el acusado, que ahora tiene 25 años, sí violó a una de las dos denunciantes y le condena a cuatro años y medio de cárcel, cinco de libertad vigilada y una indemnización de 6.000 euros, además le impone una orden de alejamiento respecto a su víctima durante una década.

Los hechos que se han juzgado ocurrieron el día 27 de agosto de 2020, aunque la víctima los denunció meses después, en diciembre. Al parecer, según el fallo al que ha tenido acceso El Correo, tras pasar la tarde con otros amigos bebiendo y fumando marihuana, el grupo se trasladó al domicilio del condenado donde siguieron consumiendo alcohol y marihuana.

Alcohol y marihuana

La víctima, que entonces tenía 17 años, comenzó a encontrarse mal y tras vomitar se quedó dormida. En algún momento, durante la noche, advirtió que él le penetraba, pero en su estado de somnolencia y cansancio, derivado del consumo de alcohol y drogas, no pudo decir nada. A la mañana, a pesar de haberse dormido con la ropa puesta, se levantó sin ella.

Las conversaciones de WhatsApp corroboran su versión, en opinión del tribunal, ya que escribió a una amiga mostrándole sus dudas sobre si denunciar o no lo que había ocurrido, además escribió al acusado para preguntarle por lo sucedido.

Precisamente, los mensajes de WhatsApp han servido a la justicia para absolver al acusado de la segunda acusación de violación. El modus operandi es muy similar en los dos casos. Víctima y presunto agresor habían consumido alcohol y marihuana en casa del acusado, ella se desmayó y cuando despertó él la estaba penetrando.

Sin embargo, la sentencia absolutoria determina que ella era consciente de que habían mantenido relaciones sexuales porque nada corrobora que perdiera la conciencia y porque envió un emoticono de una carita sonriente al denunciado tras los hechos y a una amiga le contó que habían quedado y que habían tenido relaciones.

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