El puñetazo de un taxista a otro en Vitoria podría costarle 87.000 euros
El taxista que recibió el puñetazo alega que ha perdido parte de la visión y que eso ha mermado sus ingresos
El quid de la cuestión es determinar cuál es la gravedad de las secuelas que le ha dejado el golpe
Un detective asegura que la víctima de la agresión lleva una vida normal
Este pasado lunes 4 de marzo en la Audiencia Provincial de Álava se veían las caras dos colegas de profesión, ambos taxistas de la capital alavesa. Pero, esta vez, no se sentaban frente al volante de sus respectivos vehículos, sino como acusados y acusadores en un delito de lesiones.
Un puñetazo y las lesiones posteriores que la agresión le provocó a la víctima son los hechos que se juzgaban en los Juzgados de Vitoria.
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La Fiscalía solicita que el agresor abone 15.000 euros, una cantidad que la acusación particular eleva hasta los 87.000 euros. El quid de la cuestión es determinar cuál es la gravedad de las secuelas que le ha dejado el golpe al taxista que recibió el puñetazo.
A golpes en plena calle
Él alega que, los médicos le han diagnosticado que sufre un trastorno ocular por el que ha perdido parte de la visión de un ojo. Ve menos y peor, especialmente cuando la conducción se produce en días de lluvia o cuando empieza a bajar la luz del día, y eso ha hecho que se mermen sus ingresos como taxista, ya que no puede trabajar tantas horas como antes del incidente. Sin embargo, según informa El Correo, la defensa aportó los informes de la investigación de un detective que aseguran que el taxista agredido hace vida normal.
El taxista acusado admitió, en todo momento, haber pegado a su colega de profesión y pidió perdón por lo ocurrido y como muestra de su arrepentimiento ha abonado más de 11.000 euros hasta el momento.
En cualquier caso, en el aire queda la razón que llevó a estos dos profesionales a apearse de sus respectivos taxis para enzarzarse en una pelea. El acusado le propinó primero un puñetazo, pero la víctima logró levantarse y tras un intercambio de golpes ponerlo contra la furgoneta, según relató. Solo la intervención de la mujer de uno de ellos puso fin a tanta violencia.
Ambos taxistas aseguran que el otro le increpó, mientras el autor del puñetazo asegura que no tenían relación y que desconoce como un malentendido pudo acabar así, el otro apuntó a que unos años atrás él fue el encargado de comunicar a este taxista que había sido sancionado por la empresa a la que ambos pertenecían.
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