Este lunes 15 de enero, arranca el juicio a los siete hombres que propinaron una brutal paliza a Alexandru Andrei Ionita, 'Álex', y le dejaron en estado vegetativo. La Fiscalía pide 14 años y 8 meses de cárcel, para cada uno de ellos, por un delito de asesinato en grado de tentativa. Mientras que la acusación particular, que ejerce la abogada Mariana Tulbure, pide la prisión permanente revisable, entiende que los procesados integraban un grupo criminal y les acusa de asesinato en grado de tentativa, robo con violencia y omisión del deber de socorro. “Queremos que paguen por nuestras vidas destrozadas y por robarle la vida y la salud a nuestro hijo”, sentencia la madre de Álex
Ana Claudia ha consagrado su vida al cuidado de su hijo: “Todo nuestro mundo gira en torno a él”. A medida que se acerca la fecha fijada para el juicio en la Sección Primera de la Audiencia de Bizkaia, esta mujer revive con más intensidad una “pesadilla” en la que llevan inmersos desde hace dos años y medio. Por eso, asegura rotunda que “tengo ganas de que pase ya” y aunque mantiene la esperanza de “que se haga justicia”, reconoce que “nada nos va a devolver la vida robada”.
La vida robada de su joven hijo, que ahora tiene 25 años y vive postrado en una cama, y la de ellos mismos, sus padres. Cuando ocurrió la tragedia, Ana Claudia residía en Alemania, a donde se había trasladado desde su Rumanía natal para trabajar. Tan pronto como Eugenio, su exmarido y padre de Álex, le contó lo que había ocurrido, vino a Euskadi y, desde entonces, no se ha separado de él. “Estamos atados a una cama” y las 24 horas del día son “un sin parar” de pastillas, cambiarle, darle la comida y hacer los ejercicios “por mi cuenta, tal y como me enseñaron en la clínica de Barcelona”.
A pesar de que en un principio, todo apuntaba a que Álex no podría superar sus graves lesiones, su fuerza y su juventud le han permitido dar pasos agigantados en la evolución de su estado. También los tratamientos médicos y la ayuda de una donante anónima que le permite completar su recuperación en una clínica catalana. “Lo que tengo, no podría llamarlo vida porque no puedo ni ir al supermercado, no lo puedo dejar solo ni un segundo”, lamenta, pero el brillo le vuelve a la mirada cuando piensa en la sonrisa de su hijo. Solo ese gesto le permite coger impulso para seguir adelante: “Sigo creyendo que algún día se va a recuperar y esta pesadilla va a acabar”.
En total, 16 personas de entre 15 y 38 años participaron en la salvaje agresión, perpetrada en el parque Jauregibarria (Amorebieta, Bizkaia) a las tres de la madrugada del 25 de julio de 2021. Los ocho menores implicados, algunos miembros de la banda ‘Los Hermanos Koala’, fueron juzgados en marzo de 2023 y condenados a entre tres y seis años de internamiento en un centro cerrado de menores.
Los siete hombres que se sientan en el banquillo este próximo lunes 15 niegan su implicación. Ellos declararán durante la primera jornada en la que también lo harán Eugenio y Ana Claudia, los padres de la víctima. La vista está previsto que dure cinco días. Lo que allí ocurra será importante para estos padres, pero aún más lo que pase unos días después. “De la cirugía del día 31 depende mucho seguir avanzando en la recuperación de mi hijo”, explica esta madre.
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