Nuestro reloj marca las 05.50 horas, aún es noche cerrada y llueve de forma ininterrumpida. A esta hora apenas hay tráfico, muchos aún duermen, pero no en Mercabilbao, el mayor centro de distribución de alimentos perecederos del norte de la península, lleva horas de frenética actividad. De madrugada llegan hasta aquí más de un millar de comercios minoristas para abastecerse de frutas, verduras, mariscos y pescados. Los precios de los alimentos se disparan en vísperas de Navidad.
En plena antesala de las fiestas navideñas, el ritmo se ha ido intensificando en las últimas semanas. Sí, porque aquí se evidencia mejor que en ningún sitio la costumbre, cada vez más arraigada de los consumidores, “de no dejar las compras para el último momento” y congelar para evitar pagar más cara la cena y la comida de Navidad.
En Mercabilbao prevén que este mes de diciembre se concentre el 10% de las ventas anuales, en torno a 21.125 toneladas de alimentos se comercializarán solo este mes, “las empresas mayoristas que operan en Mercabilbao se juegan ahora, en torno al 16% de la facturación total anual”.
Entre el ruido de los operarios moviendo las transpaletas, las cajas con el género y los mayoristas conversando con los pescaderos hay una palabra que se repite: “Carísimo”. Celia Amigo augura que “la próxima semana será esto demasiado”.
A siete días del día de Navidad, la merluza ha triplicado ya su precio habitual, mientras que la lubina ronda los 30 euros y el besugo los 60. A estos precios compran el género las pescaderías, pero “no lo vais a encontrar en el mercado, ya que hay que sumarle el IVA, los impuestos del carburante y el tanto por ciento que suba el minorista en su ganancia”. El cliente final deberá pagar mínimo un 10% más para poder llevárselo a casa.
Ana María Lorenzo que regenta una pescadería con su mismo nombre en el mercado de La Ribera de Bilbao, hoy ha venido a por jibiones que “están de temporada”, también besugo, rodaballo, cola de rape, cocochas. Tras echar un rápido vistazo, el ojo profesional de Lorenzo detecta que, entre el marisco, “lo más caro es el caracolillo, el percebe” y también, las almejas.
Al margen de los percebes, lo cierto es que el marisco aguanta por ahora el tirón y, sus precios, no se dispararán hasta la víspera de Nochebuena. La razón es que, a diferencia del pescado, el marisco hay que consumirlo fresco, por lo que será los días previos cuando más se encarezca.
Por sectores, la comercialización que se espera en el pescado y marisco (fresco y congelado) es de 2.070 toneladas para este mes de diciembre, una cifra ligeramente inferior a la del mismo periodo de 2022, principalmente, explican, por los cambios de hábitos de consumo. Estos datos suponen aproximadamente un 14% de la comercialización anual. Los productos del mar más demandados son los habituales por estas fechas: nécora, caracolillos, buey de mar, cigala, rape y el denominado pescado fino como la merluza, el besugo o la lubina.
En el caso del mercado de fruta y hortaliza, las cifras de comercialización estimadas, de cara a este último mes del año, son de 19.055 toneladas, lo que representa en torno al 8% de las ventas anuales. En este caso, la cifra es superior a la de diciembre de 2022, principalmente por el aumento de la venta de plátanos.
13 hectáreas de actividad económica, un centenar de empresas, más de un millar de personas trabajadoras y con una entrada de más de 567.720 vehículos al año, la Unidad Alimentaria es un motor económico y social de Bilbao y su entorno metropolitano.
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