Lo que se había planificado como una jornada de caza terminó en tragedia. Un hombre de 46 años murió al despeñarse por un precipicio de 25 metros mientras participaba en una batida de jabalíes.
La víctima era un vecino de Bilbao, aunque natural de la localidad burgalesa de Sopeña. El accidente ocurrió a primera hora de la tarde. Una llamada al 112 sobre las 16.15 horas de este pasado domingo alertaba del accidente en el Pico Cantonad, en el municipio de Villasana de Mena. El pasado 15 de octubre otro cazador vasco desapareció en Cuenca y fue localizado muerto días después.
En este caso, la víctima cayó al vacío desde una altura de 25 metros y falleció. La Guardia Civil de Burgos acudió rápidamente hasta la zona, aunque aún tardaron horas en poder recuperar el cuerpo de este cazador que había quedado en una zona escarpada y de difícil acceso. Las labores de extracción comenzaron veinte minutos antes de las 20 horas.
El periódico El Correo informa, además, de otro accidente relacionado con la cacería que ocurrió este mismo domingo. En este caso, ocurrió en La Rioja la víctima sufrió graves heridas en un ojo tras ser alcanzado por el disparo de otro cazador de 43 años y de origen vasco. Éste último vio moverse algo entre la maleza y apretó el gatillo. La mala suerte quiso que alcanzase de forma fortuita al otro cazador que tuvo que ser trasladado al hospital San Pedro de Logroño.
Tras los desplazamientos en coche y los disparos accidentales, las caídas son la tercera causa de accidente más común durante las cacerías. Según el portal Caza y Ocio, un resbalón o un descuido durante la jornada "puede tener consecuencias fatales". Hay que tener en cuenta que "cada coto tiene sus peculiaridades tanto en lo que respecta al terreno como a la climatología". Así, los profesionales recomiendan que en el caso de que se salga a cazar solo, se avise antes a familiares y amigos sobre la zona en la que se va a estar y se recomienda llevar cargada la batería del móvil.
Las lesiones más frecuentes tras una caída son las magulladuras, los cortes y las fracturas óseas. No obstante, hay casos en los que una caída durante una jornada de caza de alta montaña puede llegar a tener graves consecuencias, llegando incluso a ocasionar la muerte.
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