Las monjas de Estíbaliz se desmarcan de Halloween con una fiesta de disfraces de santos y santas
"Un báculo sirve para pasar por San Prudencio o un velo para parecer Santa Teresa", aconsejan
El Hollywins, que significa 'la santidad gana', nació en París en el año 2002
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Mientras cae la noche y los niños empiezan a tomar las calles ataviados de brujas o maléficos payasos al grito de ‘truco o trato’, en el santuario de Estíbaliz (Álava) no hay rastro de terroríficas calabazas talladas, ni arañas, esqueletos o fantasmas. Tal vez sea, porque las religiosas de este santuario en honor a la patrona de Álava han decidido plantar cara a esta celebración organizando por primera vez en Álava, una fiesta alternativa. Solo hay un requisito para los invitados y es acudir disfrazados de sus santos o santas favoritos o aquellos a los que en sus casas tienen una devoción especial.
En esta fiesta lo mismo se puede ver a una pequeña Santa Teresa de Jesús hablando con un mini San Prudencio, que a Santo Tomás de Aquino jugando al escondite o a Santa Teresa de Calcuta durmiendo en el regazo de su madre.
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Las organizadoras admiten la dificultad de “en poco tiempo” elaborar un disfraz tan canónico, pero apuntan a los complementos como la clave para dar con el atuendo perfecto. “Un velo sirve para parecerse a Santa Teresa de Jesús o un báculo para pasar por el patrón de Álava”, apuntan.
Hollywins en lugar de Halloween
El objetivo de esta Hollywins, un juego de palabras que significa 'la santidad gana', es reivindicar la festividad tradicional cristiana de Todos los Santos. La idea surgió en el año 2002 en Paris y pretende “dotar de contenido educativo, lúdico y cristiano a estas fechas en la que toda la sociedad ha puesto desde tiempo inmemorial su mirada en sus santos y en sus difuntos”.
Las 15 hermanas Peregrinas de la Eucaristía dieron este mismo año el relevo a los tres monjes Benedictinos que aún residían en el santuario de Estíbaliz y que lo abandonaron ante la falta de vocaciones.
Así, tras casi un siglo de presencia masculina, la nueva comunidad religiosa femenina se ha instalado en el santuario de la patrona de Álava y ha traído nuevos aires. “Son muy jóvenes, entre 24 y 30 años, y aportan muchísimas ideas”, cuentan desde la Diócesis. Así, por ejemplo las propias monjas se encargarán de regentar el bar Pater de Estíbaliz que parecía abocado al cierre.
La celebración, por primera vez de este ‘Hollywins’ en la provincia, fue recibida con agrado por parte de la comunidad religiosa en Álava, aunque lamentan que han tenido “poco tiempo para organizarlo bien”. En próximas ediciones ya se plantean “hacer algo conjunto con los 19 colegios católicos” y así extender esta fiesta frente a otras fórmulas como Halloween o 'Gau Beltza'.