En euskera ‘Lurra’, significa Tierra, y precisamente ese es el nombre con el que se ha bautizado al que será el primer satélite desarrollado íntegramente en Euskadi, Lur-1. Antes de ser lanzado al espacio en junio de 2024, un nutrido equipo de profesionales trabaja minuciosamente para que nada falle cuando sea puesto en órbita.
El objetivo es que Lur-1 pueda hacer fotos de la Tierra a cientos de kilómetros sobre nuestras cabezas. Esas imágenes y toda la información que aporten serán recibidas en la sede de la firma AVS en Álava gracias a una antena de 5,5 metros de diámetro. También aquí se ubicará la estación de seguimiento.
Tras este ambicioso proyecto está la empresa Added Value Solutions (AVS) que tiene sede en el Parque Tecnológico de Miñano en Álava y también en la localidad guipuzcoana de Elgoibar. La firma que, hasta ahora desarrollaba infraestructuras para otros proyectos, da el salto a la fabricación integral con este nuevo satélite.
A simple vista, el satélite es una especie de caja metálica de más de 50 kilos de peso con un brazo saliente, antenas y paneles solares. En su interior la tecnología más avanzada. Todo preparado para poder soportar las condiciones del espacio exterior.
Lur-1 será lanzado al espacio desde la base californiana de Vandenberg de la Fuerza Aérea, en la misión Transporter 11 de SpaceX. La vida útil de este satélite será de cinco años, el tiempo que está previsto que dure la misión. Después, en AVS quieren evitar que Lur-1 engrose la lista de miles de dispositivos que inservibles se quedan flotando por el espacio. Para ello, en AVS trabajan para que dentro de un lustro otro satélite se acople a Lur y lo empuje a la atmósfera para que se desintegre.
Crear esta plataforma, ser capaces de lanzarla al espacio con éxito, que funcione y, posteriormente, eliminarla sin riesgo para la Tierra y evitando posibles accidentes en el espacio es el mastodóntico trabajo que desarrolla AVS desde hace tres años. Casi de las mismas dimensiones es el presupuesto que requiere este tipo de proyectos, en torno a 12 millones de euros. De ellos el 40% los ha financiado el Gobierno Vasco.
De hecho, este mismo viernes 29 de octubre el lehendakari, Iñigo Urkullu, acompañado de la Consejera Arantxa Tapia, ha visitado las instalaciones que la empresa AVS tiene en el Parque Tecnológico de Araba, en Miñano, donde de la mano de sus responsables ha tenido ocasión de conocer sus próximas misiones espaciales. Entre ellas que AVS es adjudicataria de la misión ROADS de la NASA, de gran interés para esta agencia espacial ya que demostrará tecnologías clave para el orbitado, la extensión de vida y el mantenimiento de satélites en órbita.
El Lehendakari ha mostrado su admiración porque una empresa, nacida en un pequeño municipio como Elgoibar y asentada en Álava, desarrolle y comparta capacidades tecnológicas “con aliados de primera división” como la NASA o la Agencia Espacial Europea. “Son, sin duda, palabras mayores. Un motivo de orgullo de país”, ha dicho.
La industria aeroespacial gana músculo en Euskadi y el Gobierno Vasco vaticina que “es una de las que más va a crecer en los próximos años”. Cada año genera 800 millones de euros en Euskadi, en 2022 empleaba a 5.000 profesionales y suponía un 5,7% del PIB vasco.