Lander Cerrillo, el joven vasco atrapado en Israel, ya está en casa: "Solo me he sentido seguro cuando el avión ha aterrizado"

24 horas después de la llamada de auxilio que Lander Cerrillo lanzaba para poder salir de Israel, el joven donostiarra ha llegado por fin a casa. Atrás deja cuatro días de pánico encerrado en un búnker en Israel con el sonido de las bombas y las sirenas de fondo. En el aeropuerto de Hondarribia, esta mañana, le esperaba su ama Ana que no ha podido reprimir las lágrimas al abrazar a su hijo: “Tengo que soltar todo lo que llevo dentro”, decía. A la bienvenida no podía faltar la perra de Lander, 'Happy', que se unía encantada al reencuentro.

“Solo me he sentido seguro una vez que el avión ha tomado tierra”, desvela Lander que solo piensa en llegar a casa para poder descansar. Mientras desayuna junto a su madre en el mismo aeropuerto repasa las últimas horas de su vida que “no parecen ni reales”.

Tras varios días atrapado en su casa de Beerseba, a 45 kilómetros de Gaza, un taxi compartido con varios amigos que querían salir del país cuanto antes les trasladó la tarde del pasado martes 10 hasta el aeropuerto de Tel Aviv. 110 kilómetros de viaje “tenso” en el que por la ventanilla “vimos muchos tanques y cientos de militares”.

Su compañero mexicano sigue atrapado en Israel

Fue su propia madre la que le avisó de que tras varias gestiones con la embajada desde España, su nombre estaba confirmado en una lista para salir en un vuelo fletado por el Ministerio de Defensa del Gobierno español. “Tenía que estar antes de las 20 horas en el aeropuerto porque el avión salía a las 23 horas y no me lo pensé”, narra Lander.

Su sueño, bailar en una importante compañía de danza, le llevó hace año y medio a coger las maletas y trasladarse a Israel. Cuando pase todo no descarta regresar, de hecho, “nuestros jefes nos han dado días para regresar a nuestros países y cuando se normalice la situación nos avisarán para volver si es lo que queremos”.

Pero ahora este joven donostiarra quiere disfrutar del presente, de la seguridad de estar en casa y de poder abrazar a su madre porque “hemos pasado mucho miedo”. Eso sí, no se olvida de un compañero mexicano, el único al que su embajada “no ha ayudado” y que sigue atrapado en Israel. 

Así nos narró horas antes de poder viajar hasta el infierno que estaba viviendo en Israel