Txaro Tomasena dice que aún le cuesta dormir por el esfuerzo que supuso su último reto deportivo.
La triatleta de Urnieta (Guipúzcoa), de 77 años, se convirtió el pasado martes en la persona con más edad en cruzar a nado el Estrecho de Gibraltar y lo hizo superando muchas adversidades.
“Me sentía como un salmón nadando entre las olas. Acabé mareada subiendo y bajando. Tuve muy mala suerte, nadé contracorriente y con viento de Levante los últimos 8 kilómetros. Pero me preparé a fondo. Sabía que me tenía que poner al límite para conseguirlo”, cuenta a NIUS, ya descansando en su casa.
Su hazaña es aún más increíble cuando se conoce que la deportista aprendió a nadar a los cincuenta años. Sus médicos le aconsejaron tomar clases como rehabilitación por las lesiones sufridas en un accidente de coche.
“Me dieron por atrás y me tocaron las cervicales. Me apunté en el polideportivo de Hernani a clases de 7 a 8 de la mañana antes de entrar en la oficina. Me encanta el mar, así que comencé a practicar en las playas de San Sebastián con una amiga. Me animé hacer la travesía Getaria-Zarautz dos años después y cuando acabé tuve unas sensaciones tan fuertes que ya no he podido dejarlo”, recuerda.
Lo de apostar por el triatlón llegó años después. Txaro nada utilizando “ el tronco superior más que las piernas y tenía que fortalecerlas".
Así que empezó a correr y a los 69 años decidió volver a montar en bicicleta.
“En la primera prueba lo pasé fatal. No sabía cambiar los platos ni los piñones pero lo conseguí”, se alegra.
Txaro cuida mucho su salud física y mental. Se hace continuos chequeos médicos para “saber que estoy en condiciones”. Cuenta con el apoyo de su entrenadora, Irati Samaniego, y la de su compañero de vida.
“Mi marido es mi mejor aliado, es fundamental para que yo consiga mis logros. En 2021 cumplimos las bodas de oro. En vez de las 13 arras ofrecimos las 13 medallas que conseguí ese año en diferentes competiciones”.
Txaro es campeona de España y Europa en su modalidad. Le preguntamos por su secreto, que no es otro que “ sentirse útil, porque no importa la edad física sino la mental. Hay que tener ilusión por la vida, sacarle chispa”, responde.
La super deportista tiene un nuevo reto en mente.
“Mientras tenga salud, tengo ganas de hacer cosas importantes. Francamente, me pone mucho lo de Olimpiada Master de Kioto en 2027. Tiene que ser una maravilla y es un proyecto que siempre he tenido en mente. Tengo que negociarlo con mi entrenadora porque se necesita mucha preparación. Mi cuerpo me responde. Cuando más le meto caña, mejor”.
Sin duda, por actitud y ganas, Txaro es muy capaz de lograr lo que se proponga.