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La librería donostiarra Lagun (amigo en euskera) cerrará cuando finalice este verano. La baja facturación es la causante de que "eche la persiana". Lo que no consiguieron franquistas y etarras, lo va a hacer posible la falta de lectores.
Fundada en 1968 en la Plaza de la Constitución de la Parte Vieja de San Sebastián por Ignacio Latierro y Teresa Castell, Lagun se convirtió en un referente en la defensa de las libertades desde prácticamente su inauguración.
En el local se vendieron libros que se consideraban prohibidos convirtiéndose en objetivo de la extrema derecha durante la dictadura.
En 1975, guerrilleros de Cristo Rey lanzaron varios cócteles molotov contra su fachada. Años más tarde de este suceso, se negaron a cerrar su establecimiento y a secundar una huelga convocada por HB por la muerte de un militante de ETA cuando se disponía a colocar una bomba.
El empeño de sus dueños en no apoyar la violencia de la banda terrorista, provocó que el local sufriera un sinfín de sabotajes de sus afines, especialmente en los años 90.
En 1996 sufrió más de 20 ataques. El más grave en esas Navidades, cuando fue asaltada por radicales encapuchados, que rompieron el escaparate, sacaron los libros a la calle e hicieron con ellos un hoguera.
Lagun cerró en el año 2000 tras el atentado que casi cuesta a la vida al marido de Teresa, el por aquel entonces consejero vasco de Educación José Ramón Rekalde. El político y escritor recibió un disparo en la cara de un terrorista el 14 de septiembre de ese año.
Sin embargo, un año después Latierro y Castell deciden volver a intentarlo abriendo un nuevo local en la calle Urdaneta, centro de la capital guipuzcoana, donde permanece abierto hasta la actualidad.
“Nos gustaría que Lagun fuera recordada por ser una buena librería. Cuando abrimos, queríamos estar a la altura de los tiempos, chocamos con un régimen dictatorial y eso nos causó unos cuantos problemas…. Y luego, desgraciadamente, ese mismo espíritu, ese mismo talante e idea de ser portavoces de una cultura abierta y democrática llevó a que el entorno de ETA nos pusiera en el punto de mira y nos causara diversas agresiones. Esto ha marcado nuestra historia”, contaba a NIUS Ignacio Latierro en 2021, décimo aniversario de la disolución de ETA.
Lagun pone fin a sus 55 años de historia este 2023. La falta de ingresos ha sido más “cruel” que la violencia.