Cova Orgaz siempre se ha dedicado a la escultura, ha estudiado todas las disciplinas y ha trabajado con todo tipo de materiales.
Sin embargo, es el cartón el que ha realzado su carrera artística.
Con este material crea figuras de animales que están siendo todos un éxito entre coleccionistas.
Perro, jirafas, patos, gallinas, cerdos… cobran vida “acartonada” en su taller del barrio bilbaíno de San Adrián. Desde aquí, viajan a galerías de todo el país, también a Londres, donde recientemente ha inaugurado una exposición con sus obras y está siendo todo un éxito.
La estrecha relación de Orgaz con el cartón comenzó a consecuencia del estrés. “Cuando estoy nerviosa trabajando necesito parar y hacer algo distinto. El cartón me ayuda. Es un material difícil de domar. Mantengo con él una pelea fabulosa diaria para que me obedezca y obtener el resultado que quiero”, nos cuenta.
Elegir como modelos a animales también tiene su porqué. “Los cuerpos humanos son diferentes pero con un mismo patrón. Los animales son más divertidos de representar Tienen más elementos distintos que hay que plasmar y resolver cómo hacerlo: pelos, picos, patas, colores…”, asegura
Para hacer los ojos, Orgaz utiliza bolas de vidrio, abalorios de madera o canicas. Como el cartón es ligero, suele meterles dentro tornillos o cadenas para darle peso.
A pesar de la variedad de fauna que representa, el perro y el pato son las figuras más demandadas por sus clientes.
“Puede llamar mucho la atención una jirafa pero lo que más gusta son los animales domésticos o lo que se consideran más amables. Por ejemplo, me piden mucho perros salchichas. Tiene el tamaño perfecto para tenerlo en casa, una expresión graciosa y da mucho juego.
El valor en el mercado de las figuras de Ordaz varía según tamaño y complejidad. Los perros cuestan 1.000 euros; los patos 250 y los cerdos vietnamitas son los más caros. 1.700 euros han pagado los coleccionistas por llevárselo a su casa.