Euskadi cierra septiembre con 111.680 personas que buscan empleo y no lo encuentran. Y el Departamento de Trabajo y Empleo sigue volcado en ofrecerles oportunidades. Pero son 2.078 personas menos que hace un mes 7.812 menos que hace un año y 34.770 menos desde que empezó esta legislatura, en el peor momento de la crisis pandémica.
Y es un dato importante, no sólo porque venimos de dos meses en los que el paro creció, sino porque en la serie histórica se puede ver que septiembre ha sido un buen mes para el empleo en situaciones de crecimiento económico y ha sido malo en épocas de crisis.
Mirando la letra pequeña, vemos además que ese descenso del paro se ha producido en los tres territorios, entre hombres y mujeres, en todas las franjas de edad y en todos los sectores. Esta homogeneidad es también un indicador claro de equilibrio en el conjunto de Euskadi. Además, si nos fijamos en un problema especialmente acusado, como es el paro de larga duración, vuelve a disminuir, y es precisamente donde más ha descendido en el último año, aunque prácticamente la mitad de las personas en paro llevan al menos un año en esta situación.
Otro hecho especialmente relevante este pasado mes es el que nos deja la contratación indefinida. La reforma laboral ha sido un revulsivo eficaz y contrastado para impulsar el trabajo de calidad, y en septiembre ha superado marcas anteriores: el 31,19% de los nuevos contratos han sido indefinidos, y supone la cifra histórica mayor tanto en porcentaje como en números absolutos, con un reparto similar entre hombres y mujeres, a la vez que se va corrigiendo a la baja el número de fijos discontinuos.
En cuanto a la parcialidad, se sigue arrastrando el lastre que afecta a las mujeres principalmente, aunque se han ido recortando también de forma progresiva: si en septiembre de este año los contratos parciales han supuesto el 33% del total, hace un año eran el 41,7%.
A ello hay que añadir la evolución de la Seguridad Social. En este caso, sí hay que señalar que todos los años, excepto dos en este siglo, la afiliación suele incrementarse, con distinta intensidad, y esta vez también se ha confirmado. Septiembre ha cerrado con 6.596 afiliados más. Con 975.890 afiliados septiembre de 2022 se configura como el mejor septiembre de toda la serie histórica, superando, incluso al de 2008 en 3.546 afiliados. Hoy hay 40.000 personas más trabajando y con derechos que en el peor momento de la crisis pandémica, en agosto de 2020.
En un análisis de estos datos, vemos que estamos con el mes de septiembre con menor número de personas paradas desde 2008, con la cifra de afiliación más elevada en un mes de septiembre en nuestra historia y con el mayor número de contratados de forma indefinida. Y esto se ha producido en un momento en el que las incertidumbres se han multiplicado. A pesar de ello, se sigue contratando, creando empleo y de más calidad. Por ello, una vez más se demuestra la solidez de nuestro tejido productivo.
También, y como viene sucediendo desde que se desplegó la RGI, en la medida en que mejora el empleo disminuye el número de perceptores, que por cuarto mes consecutivo se sitúa por debajo de las 50.000 personas perceptoras, que son cifras que no se daban desde 2009. Pero de forma paralela, Lanbide está ampliando su cobertura a las personas que por distintas razones no pueden acceder a la actual renta de garantía de ingresos.
La asunción de la transferencia del IMV permite que esta prestación alcance ya a 19.748 titulares en Euskadi, 125 más que el mes pasado, de los cuales 10.016, nueve más que en agosto, complementan sus ingresos con la RGI y el resto son perceptores únicos de la nueva prestación