Cuando sabes que tu pareja te ha sido infiel, pero os ha venido bien: “Comprendimos que nos seguíamos eligiendo”

En una encuesta del CIS la mitad de las personas considera infidelidad enamorarse de otra persona pese a no tener sexo
Naia Canler, terapeuta de parejas: “A nivel personal, la infidelidad puede ser un momento de crecimiento, como aprender a poner límites más claros o reforzar la autoestima”
Xavi Ponseti, psicólogo, apunta que hay que tener en cuenta que el perdón se trata de un evento progresivo
Sufrir una infidelidad (entendiendo qué supone para cada uno en la pareja) en una relación estable teniendo una edad madura puede ser complejo, aunque los expertos consultados también resaltan que puede salir algo bueno de ello, aunque, ¿cuáles son sus recomendaciones para que ocurra así?
Para muchas parejas la lealtad es lo primero y el momento en que se rompe y se siente la traición o la decepción ya no hay opción de confiar. De la encuesta 'Relaciones sexuales y de pareja', del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 52,3% de los entrevistados mayores de 65 años, afirman que se puede considerar infidelidad los mensajes subidos de tono por diferentes vías. Con un porcentaje aplastante, el 91,5% se da por sentado que infidelidad tiene que ver con tener relaciones de tipo sexual y afectivo con alguien.
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A partir del estudio de la revista The Richest, atendiendo a los resultados de las encuestas de Durex y la aplicación de citas Ashley Madison, descubrimos recientemente la lista de los 10 países donde sus ciudadanos son más infieles. El top 5 lo completan: Tailandia, Dinamarca, Italia, Alemania y Francia. En la décima posición están los finlandeses y en octava, los españoles.
Tras el temporal llega la calma
Entonces, ¿qué tenemos que hacer para revertir lo difícil de la situación? Querer es poder, dicen y aceptar que la relación está en otro punto, seguramente también. Esto al menos es lo que les ha pasado a Merche e Ismael, asturianos de 56 años.
Son una pareja que se conocieron de niños. En la adolescencia Merche se mudó a otra ciudad por trabajo de su padre y en su adultez, casi 20 años después, decidió regresar a su lugar de origen y se reencontró con Isma, como ella lo llama.
Su reencuentro fue totalmente casual y surgió la chispa desde el inicio. “Nos vimos en una cafetería, en la barra. Todo muy romántico, con música lenta de fondo y velas aromáticas. Nos abrazamos e Isma ya me pidió vernos otro día y tomarnos unas sidras a solas para ponernos al día”, cuenta ella.
Tras esa primera cita empezaron a salir. Comparten que todo fue muy rápido. “Estuvimos genial los cuatro primeros años, pero empecé a notar cierta desgana y mal humor de Merche hacia mí sin motivo aparente. Un día que se animó a hablarme honestamente, me confesó que me había engañado con su exnovio cuando yo había viajado unos días por trabajo”, sostiene Ismael.
“Había estado muy enamorada de él y de vez en cuando nos hablábamos por redes o teléfono. Cuando rompimos fue porque no cuadrábamos como pareja, pero sexualmente conectábamos a la perfección y caí en la tentación. Le conté que Isma se iba y él me propuso vernos. En ese momento no pensé en lo que supondría”, narra la mujer.
Tras enterarse Ismael quería dejar la relación, pero Merche le propuso ir a un terapeuta de pareja para intentar resolverlo. “Lo mío sólo había sido sexo y estaba totalmente arrepentida”, asume ella. Para él, todo tomó un buen camino: “Nos abrimos del todo y comprendimos que nos seguíamos eligiendo”. Tras ese episodio y todo el trabajo de después se sienten más fuertes que nunca.
Un esfuerzo conjunto para curar
En consideraciones de Naia Canler, psicóloga, sexóloga y terapeuta de parejas, una infidelidad causa un tremendo dolor, especialmente en la persona afectada. Reconocer el daño -como apunta- es indispensable para sanar. “Aunque nada justifica el engaño, en algunos casos, la crisis revela problemas que no se habían expresado, como dificultades en la comunicación o necesidades insatisfechas”, refiere.
“A nivel personal, la infidelidad puede ser un momento de crecimiento, como aprender a poner límites más claros o reforzar la autoestima”, indica la experta. Recalca que el proceso de sanación requiere un esfuerzo conjunto y puede llevar a una relación más auténtica, equilibrada y consciente.
Canler comenta que para que una pareja salga más fuerte después de una infidelidad, es fundamental trabajar la comunicación y la comprensión mutua. “Es necesario que ambas personas puedan hablar abiertamente sobre lo que sienten y entender qué ha llevado a esa ruptura de confianza”, señala.
Asimismo, expone que se trata de un proceso que requiere sinceridad, paciencia, no dar mil vueltas al asunto y, sobre todo, el deseo real de revisar cómo ha funcionado la relación hasta ese momento para crear una base más sólida y saludable.
Para ella, contar con ayuda profesional puede marcar una gran diferencia y la terapia resultará un espacio seguro donde expresar el dolor y aprender herramientas para manejar satisfactoriamente los problemas.
El perdón sincero
Xavi Ponseti, psicólogo, sexólogo y terapeuta de parejas, también certifica que para que una relación sobreviva y se fortalezca tras una infidelidad, requiere implicación, predisposición, honestidad y tiempo. Para él, en las relaciones de pareja que llevan muchos años juntos, este proceso puede ser más complejo debido a la historia compartida y las expectativas construidas a lo largo de los años.
“La clave está en que ambos miembros reconozcan el impacto emocional de la infidelidad y se comprometan a reparar el daño, entendiendo que el perdón no es un evento inmediato, sino un proceso progresivo”, opina.
Unos de los puntos esenciales, es para Ponseti, que la persona infiel asuma su responsabilidad y no justifique ni minimice el dolor del otro. Ocultar información no es beneficioso y a la larga puede generar más desconfianza si sale a la luz.
La persona afectada debe decidir si está dispuesta a perdonar y continuar la relación. “A medida que avanza el proceso terapéutico, es crucial evitar caer en ciclos de desconfianza y control para ello hay que trabajar la comunicación y regulación emocional”, dice este terapeuta de parejas.
El experto ve necesaria la gestión del control excesivo y la dependencia emocional. También es acertado trabajar en la rumiación obsesiva. “Revivir constantemente lo sucedido genera ansiedad y recelo. Para esto, herramientas como la reestructuración cognitiva, la meditación o la relajación pueden ser de gran ayuda, facilitando el autocontrol y reduciendo la hiperactivación emocional”, confirma.
Según el psicólogo, conviene reforzar la autoestima y gestionar los celos de manera saludable. “Resulta fundamental equilibrar la vida en pareja con el desarrollo individual, esto es, retomar actividades personales, fortalecer la identidad propia y fomentar el bienestar emocional fuera de la relación para evitar que la infidelidad defina la dinámica de la pareja”, informa.