La mayor experta en sueño infantil de España: "Es un error pensar que los bebés deben dormir muchas horas seguidas"

Olga Sesé, la primera asesora de sueño infantil certificada de España, publica una guía de ayuda para padres que necesitan ayuda con el sueño de sus hijos.
Una de las claves más importantes es ayudar a los bebés a dormir de manera más autónoma sin brazos u otros estímulos.
¿Por qué mi hijo se despierta cada hora por la noche? Claves para conseguir que duerma sin interrupciones
Si eres padre o madre de un bebé o niño pequeño sabrás que dormir siete horas seguidas es una utopía. La mayoría de los estudios señalan que los padres no recuperan los hábitos de descanso normales (entre siete y ocho horas) hasta que sus hijos no han cumplido aproximadamente los tres años. Según el ESCI (Instituto Europeo de Calidad del Sueño), los padres podrían perder más de 700 horas de sueño, lo que se traduce en dos horas menos de sueño cada noche.
El primer año es duro para la mayoría de las parejas, aunque los recién nacidos duerman un 90% del tiempo, la madre necesita recuperarse del parto y adaptarse a una nueva vida, a la lactancia, etc., lo que implica que el cansancio se apodere la mayor parte del tiempo de su cuerpo. La mayoría de los estudios aseguran que hay un gran deterioro en la calidad del sueño de los progenitores, siendo las madres las más perjudicadas. Así lo asegura un informe Sleep of mothers, fathers, and infants: a longitudinal study from pregnancy through 12 months publicado por Oxford Academic. En una encuesta realizada en 2023 a 232 parejas se determinó que el 70% de las madres y el 50% de los padres mostraron al menos insomnio subclínico, sobre todo desde el embarazo hasta los 4 meses de vida del bebé.
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¿Si los recién nacidos duermen tanto por qué los padres duermen tan mal? Pues bien, hay muchos factores que intervienen, el bebé va pasando por las distintas fases del sueño, y van aumentando sus microdespertares para poder sobrevivir, también para alimentarse. Así que los padres deben adaptarse a todo este gran cambio en sus momentos de descanso, y en el caso de las madres, a compaginarlo con su postparto y todo lo que conlleva. “La expresión "dormir como un bebé" a menudo parece una broma, ya que la mayoría de los bebés se despiertan varias veces durante la noche, lo cual es completamente normal. Es un error pensar que los bebés deben dormir largas horas seguidas desde el nacimiento. Un bebé que duerme bien no es necesariamente aquel que duerme muchas horas continuas, sino aquel que descansa según sus necesidades y su edad”, así nos los explica a la web de Informativos Telecinco la primera asesora del sueño infantil certificada en España, Olga Sesé. Esta experta en sueño infantil lleva más de diez años ayudando a las familias a gestionar las rutinas para dormir. Desde BabyRem asesora y acompaña a padres y madres para afrontar con positividad los problemas de sueño de sus pequeños. Ha publicado el cuento 'Buenas noches', 'Miau con Beascoa', y, acaba de lanzar su último libro 'Cómo dormir a tu bebé' (Rocaeditorial).
El bebé va aumentando sus microdespertares para poder sobrevivir
Tal y como explica, durante los primeros meses, es normal que los bebés se despierten varias veces, ya que esto está relacionado con la alimentación y la maduración neurológica. Con el tiempo, su sueño se va organizando y su capacidad de dormir por períodos más largos aumenta de manera natural. Poco a poco, a medida que crecen, sus ciclos de sueño se regulan y los despertares nocturnos disminuyen.
Una persona adulta necesita dormir de media entre 7 y 9 horas para estar sano, de hecho la calidad del sueño se reduce mucho en los padres los primeros años de vida de sus hijos. Por eso, muchos padres aprovechan para dormir cuando su bebé duerme o intentar descansar durante la siesta. ¿Se pueden reducir los despertares nocturnos de un bebé? “Una de las claves más importantes es ayudar a nuestros pequeños a dormir de manera más autónoma, sin depender siempre de estímulos externos como el movimiento o los brazos. Aprender a conciliar el sueño por sí mismos les permite enlazar mejor sus ciclos de sueño y descansar por más tiempo seguido. También es fundamental asegurarnos de que estén bien descansados durante el día. Muchas veces pensamos que, si duermen menos en las siestas, estarán más cansados y dormirán mejor por la noche, pero en realidad suele ocurrir lo contrario. Un bebé demasiado cansado tiene más despertares nocturnos y le cuesta más conciliar. Por eso, respetar las siestas adecuadas para su edad y mantener una rutina de descanso equilibrada hará una gran diferencia”, señala la experta Olga Sesé.
Las fases del sueño
Sobre las fases del sueño de los bebés, podemos decir que hay cuatro diferenciadas. En los primeros meses (0-3 meses) sus ciclos de sueño son cortos y se despiertan frecuentemente para alimentarse. En esta fase es clave ofrecer contacto, calma y un ambiente tranquilo, y favorecer la luz natural durante el día y la oscuridad por la noche para ayudarles a ir regulando su ritmo biológico.
De los 3 a los 6 meses es cuando comienzan a alargar un poco más sus períodos de sueño y se establecen unos ciclos de sueño más definidos. Aquí podemos empezar a establecer rutinas más marcadas, como el baño antes de dormir, un cuento o una nana. Mientras que de los 6 a los 12 meses ya pueden empezar a asociar ciertas señales con la hora de dormir. Es importante mantener horarios regulares y permitirles conciliar el sueño de manera autónoma, sin forzar. También pueden aparecer despertares por angustia de separación, por lo que el acompañamiento y la seguridad emocional son fundamentales.
A partir del año muchos bebés empiezan a dormir períodos más largos, pero pueden tener regresiones por hitos del desarrollo. Mantener una rutina constante, ofrecer tranquilidad y respetar sus tiempos sigue siendo clave.
Los mejores consejos para que un bebé duerma bien (y los errores que no cometer)
Gracias a Olga Sesé y a los consejos que aparecen en su libro, Cómo dormir a un bebé, podemos señalar algunos consejos para mejorar el sueño de nuestro bebé:
- Tener paciencia y ser constantes. Los bebés necesitan sentirse seguros y acompañados para poder dormir bien.
- Crear una rutina predecible, con momentos de calma antes de dormir.
- Un ambiente adecuado también es importante: una habitación tranquila, con poca luz y una temperatura agradable.
- La anticipación y la observación de sus señales de sueño también son clave para evitar que se sobre canse o se despierte con frecuencia.
- Respetar sus ritmos y no compararlos con los de otros bebés. Cada uno tiene su propio proceso.
“Muchas familias vienen con dudas porque el sueño de sus pequeños no es tan tranquilo como esperaban. ¡Y es totalmente normal! Uno de los errores más comunes es no seguir un horario adecuado para la edad del bebé o no tener una rutina estructurada”, añade. También es muy frecuente probar algo distinto cada noche o depender de asociaciones como dormir en brazos o con movimiento. Y añade: “cuando los despertares nocturnos llegan, a veces respondemos de forma diferente cada vez, haciendo lo que funcione en el momento. Es comprensible, porque lo que más queremos es que nuestro peque descanse bien. Pero a la larga, esto puede hacer que les cueste aprender a dormirse solitos”.
El colecho puede ser una opción maravillosa si se practica de manera segura
Colecho: ¿sí o no?
Uno de los grandes dilemas es el colecho. En plataformas de crianza positiva como Criar con sentido común defienden el colecho por los numerosos beneficios que puede tener para el bebé y la madre, y también para que haya una lactancia satisfactoria. Aunque nos pueda parecer algo moderno, el colecho se ha practicado hasta el siglo XIX, y muchas instituciones sanitarias recomiendan que los recién nacidos, bebés y niños hasta al menos los 6 meses duerman acompañados.
Por su parte, la Asociación de Pediatría de España dice que la forma más segura de dormir para los lactantes menores de seis meses es en su cuna, boca arriba, cerca de la cama de sus padres. “Existe evidencia científica de que esta práctica disminuye el riesgo de SMSL (muerte súbita del lactante) en más del 50%”. Además, añaden que el colecho es una práctica beneficiosa para el mantenimiento de la lactancia materna, pero no se recomienda en lactantes menores de tres meses de edad, prematuridad y bajo peso al nacimiento, padres que consuman tabaco, alcohol, drogas o fármacos sedantes. Así como en situaciones de cansancio, especialmente de cansancio extremo, como el postparto inmediato. Si se realiza colecho no debe ser en superficies blandas, colchones de agua, sofá o sillones, y si hay más niños o si hay más familiares en la misma cama.
Para Olga Sesé la elección entre colecho o que el bebé duerma en su propio espacio es muy personal y depende de lo que funcione mejor para cada familia. “El colecho puede ser una opción maravillosa si se practica de manera segura, ya que facilita la lactancia, el descanso y el vínculo con el bebé. Sin embargo, también hay familias que prefieren que su peque duerma en su propia cuna desde el principio, ya sea en la misma habitación o en su propio cuarto. Lo más importante es que la decisión que tomemos nos haga sentir cómodos y sea segura para el bebé”, por eso señala hay que informarse bien en cada caso.
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