Los abuelos siempre han tenido una conexión especial con sus nietos. Estos traen a su vida un nuevo tipo de amor, único e incondicional, y por se crea un fuerte vínculo generacional que convierte a los mayores en un pilar esencial en la conciliación familiar. No solo cuidan de sus nietos, sino que les proporcionan consejos, apoyo y estabilidad emocional, pero a su vez ellos también se benefician de su 'abuelidad', siempre que haya un equilibrio. De hecho, los abuelos que desempeñan su rol sin las presiones o responsabilidades propias de una paternidad activa viven más años y tienen más agilidad mental, según han ratificado diversos estudios.
Un artículo de Psychology and Aging de la American Psychological Association (APA) destaca que los abuelos que pueden disfrutar de su rol sin obligaciones o estrés tienen una mejor salud física y mental que aquellos que asumen un rol demasiado activo en la crianza de los niños, los denominados abuelos esclavos. De hecho, los nietos les proporcionan una sensación de propósito y satisfacción personal, ganas de vivir, cariño y compañía.
Por su parte, el estudio Abuelos y crianza, de Aldeas Infantiles SOS, explica que los abuelos que cuidan y se divierten con sus nietos "les regalan un mejor desarrollo cognitivo y bienestar emocional; les transmiten valores, tradiciones, sabiduría, historia de la familia; y hacen de árbitros entre sus hijos y sus nietos. Son una figura de referencia y estabilidad". A su vez, ellos reciben alegría de los más pequeños, con quienes pasan un tiempo de calidad que no siempre pudieron dedicar a sus propios hijos, y una buena vacuna contra la soledad.
Además, se produce entre ellos un enriquecedor intercambio de experiencias cómplices. Mientras los abuelos les contagian palabras raras y expresiones ya en desuso que contribuyen a ampliar su vocabulario, los nietos les dan lecciones de cómo utilizar WhatsApp, trucos en el móvil o le cuentan qué es lo que está de moda en las redes sociales. No sorprende en ese sentido que, según una encuesta de Lingokids, estar con sus abuelos sea la tercera actividad preferida de los niños, solo por detrás de recibir un regalo sorpresa y hacer un plan divertido con los amigos.
Más evidencias de los beneficios que una relación con los nietos en un contexto relajado y sin exigencias puede aportar a los abuelos. Según la World Health Organization (WHO), las relaciones familiares saludables, basadas en el afecto y sin una sobrecarga de responsabilidades, son un factor determinante para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, disminuir la depresión y mejorar el bienestar general. Esa ausencia de estrés en la relación es la que promueve que el cerebro de los abuelos mantenga su plasticidad y agilidad cognitiva a lo largo de los años.
Otro aspecto interesante es el impacto que tiene la interacción emocional en el cerebro de los abuelos. Un estudio de la Universidad Emory (EEUU) comprobó tras analizar a 50 abuelas cómo se activaban las áreas del cerebro implicadas en la empatía emocional cuando veían fotos de sus nietos. Y las investigaciones del National Institute on Aging (NIA) han concluido también que mantener una vida social activa, sin sentirse presionados por responsabilidades externas, genera nuevas conexiones neuronales en los abuelos, lo que facilita el procesamiento cognitivo y la memoria a medida que envejecen.