Cómo crear el hábito de lectura en hijos adolescentes

La lectura es una de esas actividades que lleva implícita un montón de beneficios para niños, adolescentes y mayores. Ayuda a mejorar la expresión escrita y la comprensión lectora, y aporta vocabulario. Los libros juegan un papel fundamental en el desarrollo de la creatividad y la imaginación de los más pequeños. Además, leer un poco cada día ayuda a niños y adolescentes a aumentar sus niveles de concentración en otras áreas.

Es importante que los adolescentes lean “porque fomenta muchas cosas. Empezando por lo más básico, todas las competencias lingüísticas que tienen efecto en otras asignaturas. Es muy fácil equivocarse al resolver un problema de matemática porque no has entendido el enunciado. Pero, además, la lectura fomenta la interioridad, la empatía, la evasión bien entendida, la capacidad de alejarse de los problemas por un ratito para coger fuerzas…”, asegura Miguel Salas, experto en lectura adolescente.

Conseguir que un adolescente lea no es tarea fácil y no existe un solo método para conseguir que lo hagan, sino que se trata de una combinación de factores complicada pero no imposible para los padres. “Mientras son pequeñitos hay que leerles. Cuando van cumpliendo hábito lector, crear espacios y momentos en la familia donde se lea y no haya pantallas diferentes, que no esté cada uno con su móvil o su tableta. Y, por supuesto, hay que hablar con ellos de lo que uno está leyendo, de lo que están leyendo ellos; rodearles de libros; llevarlos a la librería; hacerles socios de la biblioteca, es decir, que la lectura sea un elemento presente en el día a día. Si los adultos llegamos a casa, agotados del trabajo, y nos ponemos a mirar el móvil o a ver una serie facilona que no nos exija ningún esfuerzo, lo normal es que los niños nos imiten y, entonces, la lectura desaparece de la casa”, asegura Salas. 

Cómo crear el hábito de la lectura en adolescentes

  • Predica con el ejemplo. Los padres son todo un ejemplo para niños y también para adolescentes, aunque parezca mentira. Si nunca a sus padres leer, será complicado que les cojan el gusto a los libros. Hablar sobre libros durante la comida, en el coche de camino al colegio puede ser tan interesante como hacerlo sobre una película o una serie. Hay incluir los libros de manera no forzada en el día a día. 
  • Un rincón de lectura. Crear un entorno agradable es el primer paso para fomentar la lectura entre los jóvenes. Se puede crear un rincón de lectura en casa, un sitio cómodo donde sentarse, buena luz y un ambiente tranquilo que invite a la lectura. 
  • El poder de un audiolibro. Leer requiere de un esfuerzo, pero cada vez con más las opciones en el mercado. Los audiolibros son una excelente manera de adentrarse en el mundo de la lectura, pues ayuda a ampliar vocabulario, mejorar el nivel de concentración y de comprensión. Puede ser un primer paso para que se acerquen a un libro en papel- 
  • Elige el libro adecuado. Es muy probable que el libro que nos gusta a nosotros como padres no sea el que prefiere leer nuestro hijo adolescente. “Hay que dejarles elegir la lectura dentro de unos límites. Lo primero es que adquieran el hábito lector, pero todos sabemos que muchas veces leen cosas que no tienen mucha calidad, que son ramplonas, que no les aporta demasiado. Para eso estamos los padres y los profesores, para irles guiando e irles recomendando cosas. Es cierto que es un camino peligroso porque muchas veces los adolescentes rechazan lo que recomendamos los adultos, pero poquito a poco, sin obligar nunca a nada, sin convertir la lectura en un castigo o en un premio, se les puede ir llevando hacia una literatura de alta calidad”, asegura el experto en lectura adolescente. 
  • Respeta su capacidad. No exijamos que un niño de 10 u 11 años se lea El Quijote. Además de permitirles lecturas que vayan a disfrutar, también hay que dejar que sigan su ritmo, buscando narraciones adecuadas a su edad. Si disfrutan de la experiencia, poco a poco querrán ir a más.