La adolescencia es una de las fases de la vida por la que tarde o temprano todos vamos a pasar. Una etapa difícil en la que se dan cambios físicos, psicológicos, rupturas, la búsqueda de uno mismo y sobre todo la modificación de la conducta que en mucha casa cambios por completo las relaciones familiares. Los adolescentes empiezan a vivir conflictos internos con ellos mismos y con familiares y amigos.
Entre los 14 y los 15 años es la edad más complicada, no solo para los adolescentes, también para unos padres que tienen que lidiar con todo tipo de dificultades generadas por los cambios de la adolescencia. La adolescencia puede provocar estrés en las familias, pero no solo a los padres, también a los propios jóvenes.
“Los adolescentes enfrenten una multitud de situaciones estresantes. Para algunos, el estrés viene de intentar equilibrar un trabajo de medio tiempo con montañas de tarea. Otros pueden tener que ayudar en casa o lidiar con acoso escolar o presión de sus compañeros. Cualquiera que sea la causa, comenzar el camino hacia la adultez tiene sus propios desafíos especiales”, aseguran desde Medline Plus.L
Los expertos aseguran que el estrés es la reacción del cuerpo al peligro o a la emoción, incluso cosas positivas como una próxima fiesta o unas vacaciones. El estrés hace que el cuerpo libere hormonas que pueden aumentar la presión arterial, la frecuencia cardíaca o la concentración de azúcar en la sangre. La ansiedad es la respuesta del cuerpo o de la mente al estrés, incluso cuando en ese momento no hay factores estresantes.
En muchas ocasiones los padres no lo tienen fácil para identificar las señales del estrés en su hijo adolescente, pues son muchos que piensan que se trata de “la edad del pavo”. Aprender a reconocer las señales del estrés en un adolescente es fundamental para poder ayudarle de la mejor manera.
Los síntomas físicos del estrés y la ansiedad incluyen dolores de cabeza, dificultad para dormir, problemas digestivos o dolor muscular. Si se dejan sin tratar, estos síntomas pueden dañar el cuerpo y causar otros problemas de salud mental, incluso trastornos de ansiedad. A los adolescentes se les puede dificultar hablar sobre el estrés y la ansiedad. Algunas señales de que un adolescente está teniendo dificultades podrían incluir:
Cambios notables en el apetito, come mucho o poco
Tiene problemas para dormir o duerme demasiado
Dificultad para concentrarse
No querer involucrarse con actividades sociales
Autolesionarse o tener pensamientos suicidas.
Siempre está enfadado e irritable.
Llora mucho o tiene aspecto de haber llorado
Parece excesivamente preocupado
Se queja de dolores de cabeza o dolores de estómago
Parece cansado o no tiene energía
Consume drogas o alcohol
El sueño es una de las primeras cosas que cambiauppers.es
¿Qué pueden hacer los padres?
El entorno de un adolescente es clave para controlar el estrés y la ansiedad. Hay algunas medidas y cambios que se pueden realizar en el entorno familiar que ayudaran al adolescente a controlar el estrés.
Pasar tiempo en familia. Intente pasar algo de tiempo a solas con su hijo adolescente cada semana. Incluso si no quiere, al menos sabrá que te has ofrecido.
Aprender a escuchar. Escuchar abiertamente las preocupaciones y sentimientos de un adolescente y compartir pensamientos positivos es muy bueno para todos. Los expertos recomiendan no interrumpir con consejos o regañinas. Hay que controlar las ganas y escuchar todo lo que quiera decir y huir de comentarios negativos.
El mejor modelo para seguir. Los adolescentes siguen viendo a sus padres como modelos a seguir, a pesar de que no lo reconozcan. Da lo mejor de ti.
Modo deportista “on”. Hacer ejercicio regularmente es una de las mejores maneras de controlar el estrés tanto para adultos como para adolescentes. Buscar un deporte para compartir en familia puede ser la excusa perfecta para pasar tiempo juntos y haciendo ejercicio.
Ponga atención al sueño. Los adolescentes necesitan mucho descanso. No dormir lo suficiente hace que sea más difícil manejar el estrés. Intente asegurarse de que su hijo adolescente duerma al menos 8 horas todas las noches. Reducir el tiempo de pantallas es fundamental para conseguir que duerma todas las horas necesarias.
No intente resolver los problemas de su hijo adolescente. Como padre, es difícil ver a su hijo sufriendo por estrés o por cualquier otra cosa. Pero intente resistir resolver los problemas de su hijo adolescente. En lugar de eso, trabajen juntos encontrar las soluciones. Usar este planteamiento ayuda a los adolescentes a resolver situaciones estresantes por sí mismos.
La perfección no existe. Ninguno de nosotros hace todo a la perfección. Esperar la perfección de su hijo adolescente no es realista y solo añade más estrés.