Investigación | Viajamos hasta Perú para descubrir el origen de las extensiones de pelo
La periodista Esther Sánchez muestra cómo funciona el negocio de las extensiones de pelo en Perú
"Después de eso, el cabello te puede salir mal y no crece igual", cuenta una niña que vendió parte de su pelo para hacer extensiones
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Desde hace siglos, el pelo es sinónimo de éxito, poder y glamour y su negocio mueve millones de euros por todo el mundo. De hecho, un 30% del cabello que llega a España proviene de Perú, el epicentro mundial de la compraventa de cabello. Un equipo de investigación de 'TardeAR' ha destapado los secretos del negocio de las extensiones de pelo.
La periodista de investigación de 'TardeAR', Esther Sánchez, comienza mostrando en el reportaje a las 'jaladoras', las encargadas de buscar a mujeres jóvenes y niñas para cortarles el cabello a cambio de un dinero. De hecho, una de estas personas que venden mechones de pelo asegura que suelen pagar entre "200, 300 o 400 soles" (100 euros aproximadamente) a las mujeres que aceptan vender su cabello. "Me van a pagar bien", cuenta una de las madres que ha accedido a que su hija le corten parte del cabello.
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La labor de las 'jaladoras' de pelo: cómo realizan las extensiones
Esther Sánchez, una vez termina de acudir a un centro de extensiones y demostrar que estos tratamientos pueden llegar a costar hasta 800 euros, muestra cómo crean esos mechones de cabello. En un primer lugar, las mujeres comprueban el estado de su pelo. "Que no se hayan hecho ningún tipo de tinte o algún tipo de cambio", cuenta la estilista Eva Lorena Lindo.
Una vez comprueban que el pelo es apto, las estilistas proceden a recortar aquellos mechones de pelo más largos. Sin embargo, ese pelo puede llegar a crecer de forma desigual. Así lo cuenta una niña que se sometió al recorte: "Después de eso, el cabello te puede salir mal y no crece igual. Dos o tres años".
