La advertencia de Santiago Abascal es que los votos de VOX a la madrileña se venderán más caros que a la andaluza: “VOX va a hacer valer sus votos. No vamos a admitir insultos, estigmas o etiquetas”, avisaba al analizar los resultados. Y no es que hayan crecido sus apoyos. Justo lo contrario. En sólo un mes han perdido prácticamente la mitad de los que recibieron en las generales, pero el caso es que ya están dentro: ya están en todos los niveles de la administración a pesar de los temores de la izquierda madrileña de Íñigo Errejón, que clamaba antes de conocer los escrutinios: “Si no han pasado en España, ¿cómo van a pasar en Madrid?” Y también a pesar del ‘No pasarán’ coreado en la última noche de gloria socialista.
Los de Abascal han respondido a través de una fotografía del Ayuntamiento madrileño y un mensaje: “Ya hemos ‘pasao’”. “Ya hemos pasao”, como el chotis que Celia Gámez cantó mofándose del lema antifascista tras la caída de Madrid a manos de las tropas de Franco, tres días antes del final de la guerra civil Española.
Así las cosas, pese a quedarse lejos de los resultados que obtuvieron en las generales, sus concejales y diputados pueden ser decisivos, y precisamente uno de los primeros pactos que se buscarán –y uno de los que más expectación genera– es el del Ayuntamiento de Madrid. Los números les salen al centro derecha. Buscarán desbancar a Manuela Carmena. Y también salen en la Comunidad de Madrid; plazas fundamentales que han salvado al líder del PP, Pablo Casado, quien llegaba a estas elecciones tras un varapalo histórico en las generales. A pesar también de su pérdida de votos, resiste por la posible suma entre su formación, Ciudadanos y VOX, una suma que prevé una dura negociación. En esa misma posibilidad están hasta 23 capitales de provincia y 5 comunidades autónomas.