La lava del volcán de La Palma ha seguido avanzando sobre el mar, en especial por la colada 9, situada al sur, que ya ha alcanzado el agua, de modo que el delta lávico generado por la erupción ocupa una superficie de 40,9 hectáreas desde la orilla, según cálculos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME).
El director técnico del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) Miguel Ángel Morcuende, ha explicado que la mayor energía de la lava se concentra en las coladas 4 y 7, por la zona central del área afectada. La portavoz científica del Pevolca, María José Blanco, ha informado de que el dióxido de azufre (SO2) está entre 12.000 y 15.000 toneladas diarias, superior a los valores registrados el domingo, pero dentro de la tendencia descendente desde los máximos de 50.000 toneladas diarias del 23 de septiembre pasado.
La calidad del aire ha empeorado desde la noche en las estaciones de Puntagorda y Los Llanos de Aridane en cuanto a dióxido de azufre, en esta última localidad también en partículas inferiores a diez micras, con índices desfavorables, mientras que en el resto de estaciones de la isla está en niveles buenos. En Los Llanos de Aridane, el Ayuntamiento ha pedido a los vecinos que colaboren para facilitar la retirada de cenizas y está en marcha un plan de choque que está recogiendo 200 toneladas diarias.
Aunque los niveles de calidad del aire no han impedido la continuidad de la actividad lectiva presencial, la situación genera ansiedad en la comunidad educativa, por lo que las consejerías de Educación y Sanidad del Gobierno de Canarias va a organizar encuentros en el Valle de Aridane para atender las necesidades planteadas por las familias sobre el manejo de esta situación y sus repercusiones en el ámbito familiar y escolar.
En la zona sur del área afectada, la presencia de gases sí ha impedido la entrada de personal de limpieza o de vecinos para la recogida de enseres o documentos. El Gobierno regional ha pedido que se extreme la precaución debido a que la acumulación de ceniza y la lluvia podrían provocar el desplome de invernaderos en las zonas de La Bombilla, Puerto Naos, Charco Verde y El Remo.
Mientras, la autopsia preliminar realizada al cadáver del hombre que falleció mientras recogía ceniza en la zona de exclusión en La Palma el sábado pasado no permite emitir un diagnóstico certero sobre la causa de la muerte, según ha comunicado este lunes el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC). Por su parte, la portavoz científica del Pevolca, María José Blanco, ha afirmado que las condiciones de inversión térmica a unos 1.600 metros de altitud no son buenas para la calidad del aire. No obstante, la brisa desde el este garantiza la operatividad aérea al menos en las próximas 36 a 48 horas.
Aunque se confirman las bajas presiones al oeste del archipiélago, no se espera que afecten de lleno a las islas, donde la previsión apunta a lluvias débiles en las vertientes norte y este. La sismicidad a niveles intermedios es ligeramente descendente y no hay cambios en la sismicidad profunda ni en número ni en energía de los terremotos. En las últimas horas, el seísmo de mayor magnitud ha sido de 4,4, registrado a las 03.53 horas a 38 kilómetros de profundidad, que ha sido sentido con intensidad III.
El tremor se mantiene en niveles bajos y la columna de gases alcanza los 3.100 metros de altura. La superficie total que ocupa la lava está en 1.019,79 hectáreas, con 2.731 edificaciones afectadas y, según datos del catastro, 2.460 destruidas.
Continúan albergadas en hoteles 479 personas y 43 dependientes están alojados en centros sociosanitarios.