El vigilante de seguridad que quería matar al presidente del Gobierno
A sus 63 años a Manuel Murillo se le despertó una obsesión: asesinar a Pedro Sánchez. Y aunque no tenía fecha ni hora para el magnicidio, sí tenía la “clara voluntad”, según los mossos, la determinación, según el juez, de acabar con su vida. A lo que añadía su habilidad con las armas –era aficionado al tiro- y poseía un enorme arsenal en su domicilio que incluía rifles de precisión y fusiles de asalto. Sin vinculación a ningún colectivo en concreto, sí reconocen los agentes que se revolvía con el asunto de la exhumación de los restos de Franco. Sus planes hacia el presidente del Gobierno se frustraron cuando una vocal de Vox de Cataluña denunció sus intenciones, confesadas en las redes sociales. Los Mossos lo detuvieron y hoy, levantado el secreto de sumario, conocemos la historia del vigilante de seguridad que pretendía “sacrificarse por España”.