Vicente es un superviviente. Como lo ha sido Marc, que lucha aún para superar unas secuelas y pone rostro a los jóvenes a los que el coronavirus ha golpeado sin piedad, como lo ha sido Agustina que aún recuerda la soledad que provoca la enfermedad en las personas mayores. O como José Manuel, una persona sana de mediana edad que aún recuerda la sensación de ahogo permanente. Son distintos perfiles a los que el virus ha puesto a prueba su capacidad de resistencia.
Vicente y sus compañeros lo saben. Diez meses después de su ingreso en el hospital Reina Sofía, Vicente, médico de Atención Primaria de un centro de salud de Córdoba, ha recibido por fin el alta. Ha pasado diez meses de su vida en el Reina Sofía. Hace cinco meses, después de cinco ingresado inicialmente en la UCI, Vicente celebraba que había podido abandonar la Unidad de Cuidados Intensivos para pasar a planta. Todo empezó el 18 de marzo del 2020 cuando la pandemia arrancaba. Desde entonces inició con él una batalla por la supervivencia.
20 compañeros de profesión de varias especialidades de Hospital Universitario Reina Sofía, donde Vicente era ya el enfermo de los récord, despedían al héroe destacando una vez el trabajo de los profesiones, su lucha y su trato y relatando la historia de Vicente como un ejemplo de esperanza para las miles de familias que están pasando por lo mismo.
La historia de Vicente está repleta de olas. Como el coronavirus, de ingresos en las UCI corriendo, temiendo por su vida por complicaciones a volver a planta. Todos volcados con él, en todas las especialidades posibles para salvarles la vida. Y lo lograron. Es un ejemplo de que se puede vencer al virus, aunque este haga todo lo posible por resistir y con ello acabar con tu vida. Vicente, visiblemente emocionado abandonaba el hospital sabiendo dos cosas: que en Reina Sofía tiene una segunda casa y a un equipo de héroes y que sí se puede vencer a la enfermedad aunque te haya sometido a un estrés absoluto durante más de 300 días de sufrimiento.