El Hospital del Vall d'Hebrón, en Barcelona, ha realizado con éxito un trasplante de pulmón a un hombre de 51 años enfermo grave por la covid-19. El virus había destrozado estos órganos convirtiéndolos en inservibles lo que obligó a mantenerlo con vida mediante un ventilador mecánico. Ahora se recupera de intervención y ya respira por sus propio medios.
Ha sido toda una hazaña que Jordi Soriano, de 51 años celebra asistido por facultativos que le enseñan de nuevo a respirar y a acostumbrarse a sus nuevos pulmones. Su pesadilla comenzó en enero cuando cayó contagiado por la covid-19 y tuvo que ser hospitalizado e ingresado en la UCI del hospital de Bellvitge con una infección muy grave. Las imágenes del pulmón, obtenidas por Informativos Telecinco, impactan.
El equipo sanitario que atendió a Jordi lo sometió con urgencia a asistencia mecánica con un ventilador para posteriormente enchufarle a una máquina de ECMO (un dispositivo que se conecta al paciente a través de dos arterias y que le devuelve la sangre oxigenada).
Después de 4 meses en la UCI y tras varios intentos de retirarle la ECMO, vieron que sus pulmones estaban completamente destruidos por el virus, algo irreparable. La única opción que tenían era quitarle los suyos y ponerle unos nuevos, y lo trasladaron al Vall d'Hebron.
Ha sido una cirugía especialmente complicada por la inflamación que había producido el virus. Se alargó 9 horas, pero salió bien: a los pocos días ya se le pudo retirar la ECMO, después el soporte de oxígeno, y ahora ya respira por sí mismo. Está ingresado pero creen que en una semana podrá volver a su casa. Todo un logro teniendo en cuenta que Jordi tenía los pulmones, literalmente, destruidos.
Los responsables sanitarios de este éxito saben que ha sido el primero en someterse a esta intervención pero también son conscientes de que no será el último paciente que tenga que recurrir al trasplante por las secuelas covid.
En pacientes con covid-19 severo el trasplante puede ser la única opción para salvarse, por ello hacen un llamamiento importante al resto de hospitales del Sistema Público de Salud porque están seguros de que en otros centros hay pacientes como Jordi que con un trasplante podrían salvarse y que gracias a la colaboración entre centros es posible. No todos los pacientes pueden ser trasplantados. Tienen que no ser positivos por covid, que no haya fracasado ningún otro órgano vital, que el paciente esté consciente y, en caso de estar conectado a la ECMO, que lleve más de dos meses con este tratamiento.