Las consecuencias de la guerra en Ucrania ya están impactando directamente en la economía con una imparable subida de los precios, entre otros productos el de los carburantes. Mañana los transportistas inician una huelga indefinida, aunque los paros no están secundados ni por la patronal ni por los sindicatos.
Se organizan para mañana. Pequeños autónomos que ya no pueden vivir de su trabajo con el camión. Paran porque no les queda más remedio. Mientras, el Congreso tramita un decreto que recoge reivindicaciones pactadas con el sector. Las grandes empresas no se suman al paro, por eso denuncian que harán sus portes.
Sin embargo, los pequeños autónomos ahora han creado su propia plataforma y tienen sus propias reivindicaciones. Son camioneros que han pasado toda su vida en la carretera. Ahora lo tienen claro y aseguran que si se para el transporte "se para la economía". El sector abarca el 95% del transporte terrestre y da empleo directa o indirectamente a un millón, 200.000 personas.
Por su parte, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, no ha aclarado si va a acometer una bajada en la fiscalidad de los combustibles, como reclaman algunos sectores entre los que se encuentran los transportistas.
Rodríguez se ha expresado así, al ser preguntada por la situación de algunos sectores como la flota pesquera, que en parte ya ha dejado de faenar por los altos costes del combustible o los transportistas que han anunciado una huelga. Ambos piden una reducción del impuesto de hidrocarburos para compensar la escalada de precios.
Respecto a los transportistas, la portavoz ha señalado que recientemente se aprobó una actualización de su servicio como consecuencia del coste del combustible y que siguen "a la escucha" para adoptar las medidas que sean necesarias. Sin embargo, la convocatoria de huelga está todavía sobre la mesa.