El vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Stavros Meletlidis, uno de los primeros en llegar a La Palma, antes incluso de que comenzara la actividad del volcán, ha explicado, en una entrevista en Informativos Telecinco, que es pronto para saber si la erupción está en “un punto más desarrollado o si todavía quedan cosas por ver” en Cumbre Vieja.
“Llevamos poco más de dos semanas de erupción en las que ha habido cambios en los comportamientos del volcán hasta tener una pausa, pero aún faltan datos para decir si está en un punto más desarrollado o si todavía quedan cosas por ver”, ha dicho Stavros Meletlidis en el Informativo Matinal.
El vulcanólogo ha explicado que en el volcán de La Palma hubo “un pequeño derrumbe porque la cantidad de material no se podía canalizar a través de las fisuras ya establecidas. Si llega otro aporte similar podría pasar lo mismo, es decir, podría haber otro derrumbe del cráter”.
Los tubos lávicos son muy comunes en Canarias. Son muy voluminosos y los más largos del mundo, ha explicado Meletlidis. “Cuando la lava encuentra un barranco crea una especie de costra o techo y la colada por debajo sigue fluyendo. Eso hace que la lava llegue más lejos de lo que llegaría normalmente con un contacto directo con la atmósfera”. Además, los tubos lávicos “pueden generar caudal y si llegan hasta el mar se evita que la colada se ensanche”, ha señalado.
El proceso volcánico de la superficie afecta en su totalidad a la isla bonita porque el material sale con mucho volumen y explosividad, ha explicado el experto del IGN. De ahí que los terremotos, que no dejan de sucederse de noten también en la zona sur de la isla como es Fuencaliente.
“Faltan datos para valorar si esta actividad sísmica es un reajuste del sistema en la profundidad, una acumulación de material o un taponamiento en ese momento”, ha asegurado el vulcanólogo.