El sector turístico empieza a hacer balance de cómo ha ido esta semana Santa y como era previsible el resultado es muy negativo. Los cierres perimetrales dentro de España han provocado que el turismo haya sido de proximidad junto a algunos extranjeros que sí han podido visitar nuestro país.
En la Comunidad Valenciana, que en estas fechas suelen tener una ocupación del 85%, en esta ocasión se ha quedado en solo un 15%. Las playas, donde antes no cabía ni un alfiler, se ven ahora desiertas. Es el reflejo de una Semana Santa catastrófica para el sector turístico.
La causa de este descenso de ocupación es clara: el cierre perimetral de las comunidades, que sólo ha permitido viajar a locales y a algunos extranjeros..
Por su parte en Baleares, los turistas alemanes han salvado ligeramente la semana. Cerca de 25.000 han llegado a Mallorca. Unos datos optimistas pero que sólo han permitido abrir un 11% de la plantilla hotelera de la isla.
En las islas Canarias, se ha registrado una ocupación irregular. Un ejemplo de ello es Tenerife donde el norte ha registrado un 45% y el sur un 70%.
En Cantabria, la ocupación hotelera ha sido de entre el 10 y el 30% a pesar de que los hoteles bajaron sus precios hasta un 60%.
Ahora el sector pone ya la mirada en el verano, momento en el que esperan recuperarse gracias al plan de vacunación.