Ha sido una semana muy intensa, repleta de imágenes y sonidos asombrosos. No es habitual asistir a una erupción volcánica en directo, ver cómo la tierra se abre escupiendo lava y cenizas. Pero ha sido sobre todo una semana muy dramática en la que hemos vivido y sentido el desamparo, la angustia y la tristeza de todos esos palmeros que lo han perdido todo. Hemos visto gente llorar encima de sus coches por todo lo perdido, gente correr por las calles porque tenían que recuperar su vida en 15 minutos, hemos visto una Iglesia, la de Todoque, sobrevivir a la lava cuando parecía imposible. Hemos visto a periodistas a pie de lava y sorprendidos ante la furia del volcán. Y lo hemos visto en directo.
Ahora, la colada del volcán de La Palma que alcanzó el barrio de Todoque ha reducido su velocidad hasta los 0,4 o 0,5 metros por hora, "prácticamente no se mueve", mientras que la que permanecía parada se ha reactivado y trasporta restos del cráter tras las explosiones registradas el miércoles.
Esa segunda colada, ha detallado el director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de La Palma (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, avanza a unos 12 metros por hora, aunque ha llegado a picos de 33 metros/hora, y arrastra "pequeños" bloques desgajados del principal centro emisor de los cuatro que siguen activos.
Ha abundado en que una parte de esa colada "parece que coge una dirección distinta que ahora está bajo estudio, aunque se mueve muy lentamente" y, en principio, "no tiene mayor recorrido por la velocidad que tiene hasta ahora", mientras que la otra discurre por la "autovía" preexistente.
Sobre el río de lava que llegó al barrio de Todoque, en Los Llanos de Aridane, ha comentado que "sigue su proceso de avance a cotas inferiores", y ha añadido: "no sabemos si al final legará al mar".
En cuanto a la evolución de la nube de gases que expulsa el volcán, que ha alcanzado los 5.000 metros de altitud, ha indicado que hasta ahora no ha generado problemas en el espacio aéreo y que en el Pevolca están pendientes de la dirección que vaya tomando. Morcuende ha informado también de que se están cruzando los datos obtenidos del sistema satelital Copernicus con el catastro y los ayuntamientos de El Paso y Los Llanos para averiguar "la cifra exacta" de viviendas afectadas. Según la estimación de Copernicus son 425 las edificaciones "absorbidas por la colada", pero en ese recuento, ha puntualizado el director técnico del Pevolca, se incluyen cuartos de apero o piscinas.
La cifra de personas evacuadas se mantiene invariable, en torno a 5.700, y la de hectáreas afectadas, unas 172, 30 más con respecto al anterior recuento. Por último, Morcuende ha indicado que se han reforzado los controles de acceso a las zonas de exclusión ante la constatación de que hay gente que "trata de colarse". Eso sí, ha admitido que "hay gente que conoce los vericuetos y senderos" y "no es fácil poner controles en todos los puntos (...) Es casi imposible ponerle puertas al campo", ha cerrado.