Este viernes la máxima preocupación en La Palma además de la evolución del volcán, son las explosiones y las nubes de cenizas.
Se ha intensificado la frecuencia y la virulencia de las explosiones. Todas las miradas están puestas en la segunda colada activa que avanza hacia el sur de la isla y de sus consecuencias en la localidad de Todoque.
Según los expertos, al llegar a un terreno llano ha ralentizado su avance y se ha ido solidificando, pero el cono sigue expulsando lava. Cuando esta lava se tope con el muro de roca se podría expandir hacia los los lados alcanzando otras zonas de la localidad.
Estamos en el sexto día desde el origen de la erupción, el material volcánico cubre ya 220 hectáreas de terreno y ha destruido más de 400 inmuebles. Desde un helicóptero se puede apreciar por primera vez la extensión total de la colada.
La lengua de lava que ha avanzado ya casi cuatro kilómetros y en algunas zonas llega a tener una anchura de 500 metros.
La colada tiene varias bifurcaciones, tanto la situada más al norte como la principal, la que ha llegado a Todoque, están casi detenidas. Preocupa sobre todo la del sur, la más activa en las ultimas horas, la que más ha avanzado y que, al ir ensanchándose, está prácticamente rozando un parque de placas solares.
Las coladas alcanzan los diez o doce metros de altura, dependiendo de la zona. Algunos expertos apuntan que podrían llegar a juntarse todos estos brazos.
En su camino se encontrará con la montaña de Todoque, de 320 metros. Una estudio de la universidad de la laguna predice que esta elevación del terreno podría evitar que la lava acabe llegando al mar.