La crisis obliga a los chinos a reabrir sus comercios, bajo fuertes medidas de seguridad

  • Algunos comercios no podía seguir cerrados por más tiempo

  • Mantienen estrictas medidas de seguridad y hasta controlan la temperatura de los clientes

Fueron los primeros en cerrar sus negocios al ver lo que estaba ocurriendo en su país. Poco a poco y ante la evolución del virus en España los comerciantes chinos y empiezan a reabrir en toda españa con todas las precauciones del mundo.

Los primeros cierres de los chinos asombraban a unos españoles que seguían por aquel entonces llevando una vida normal. El virus salía en las noticias, se hablaba de Wuhan, se comparaba con la gripe. Todo estaba lejos. El impacto del virus en Italia cambió todo. Y los chinos seguían cerrando las tiendas, tal vez porque ellos eran los primeros conscientes del impacto del coronavirus. Sabían por sus familias de su capacidad de contagio y de su capacidad de matar. Pero en España nos llamó la atención el cierre del Mobile Congress. Y los chinos cerraban. Barrios enteros veían cómo no había tiendas de chinos abiertas. Era como una diáspora.

El comercio chino ya ha puesto en marcha su desescalada. Lo hacen con pérdidas, porque todavía la clientela no llena sus locales como antes, y mas de uno se han encontrado lamentables pintadas de rechazo en las puertas de sus negocios. Muchos tienen nuevos productos, propios de la época que vivimos, donde los geles y mascarillas "made en China" son los grandes protagonista.

Fuertes medidas de seguridad

Como el resto de comercios, los chinos están tomando fuertes medidas de seguridad en su vuelta al trabajo. Para entrar hay que llevar mascarilla, obligatoria ya en todos los espacios cerrados, y hay que usar gel desinfectante. Ellos también los usan y algunos atienden detrás de mamparas.

En los establecimientos del barrio de Usera, en Madrid, uno de los que tienen mayor concentración china, los empleados toman la temperatura a todos los clientes que entran en el local. Además controlan que no haya más de dos personas comprando a la vez en el interior de la tienda.

Como muchos de los establecimientos españoles, los chinos no pueden mantener el cierre por más tiempo sin quebrar. La comunidad china de Valencia fue la primera en echar el cierre y no podían aguantar más. También en Barcelona: allí no están en la fase 1 todavía pero no puede seguir más tiempo cerrados.