En Ucrania permanecen españoles a los que se sigue evacuando. No habían podido salir del infierno de la guerra. Varios empresarios de nuestro país, con muchos contactos en la zona, han paralizado sus negocios para sacar de allí a familias enteras. Son los Schindler españoles.
Carlos, desde Gijón, habla con Javier en Praga y ambos utilizan sus contactos en Ucrania para trazar una red solidaria y sacar a los españoles que a día de hoy están atrapados bajo el fuego ruso. Ellos hablan de cómo funciona su red de solidaridad. "Tenemos una red de ucranianos que nos están ayudando a mover españoles por el país", cuentan.
Los mensajes pidiendo ayuda no dejan de llegar. Olga acudió a ellos para poder sacar a su madre de Ucrania, que vive desde la distancia el infierno de los misiles con su madre del otro lado del teléfono, que le cuenta su miedo. Irse a dormir sin saber qué pasará al día siguiente.
La mujer se dirige ya a la frontera, donde podrá ser rescatada. Olga no ve la hora de abrazar a su madre, pero su caso es solo uno de tantos que piden ayuda a estos Schindler españoles que con su esfuerzo han conseguido ayudar a 18 españoles y a 42 ucranianos. Su empresa ahora mismo es sacar a cuántos puedan sin hacer cuentas de costes. Esta es su misión humanitaria, no un negocio. "Compramos billetes, les damos alojamiento". Lo hacemos de manera altruista, aunque reconocen que "cada día la huida se hace más complicada.
Lo más complicado de las operaciones que organizan desde España es asegurarse de que "la información que te llega de trenes y carreteras es correcta". Lo peor, es que las peticiones cada vez son más abundantes. Reciben mensajes con misiones casi imposible de "personas con movilidad reducida o muy mayores a la que somos incapaces de ayudar".
También tienen satisfacciones como cuando alguien que no conoces "te llama llorando dándote las gracias porque han salido de la frontera." A pesar de todo, a estos empresarios españoles que han montado una agencia de rescate sin fines de lucro todo les parece poco y se lamentan de no poder hacer más.