La Atención Primaria está al límite. Centros de salud con sobrecarga asistencial, un 40 % más que antes de la pandemia, problemas de accesibilidad para conseguir una cita, telefónica o presencial, listas de espera de 3 y 4 meses para una prueba diagnóstica y médicos que ven entre 40 y 60 pacientes día.
Estos problemas afectan a muchas comunidades, y la capital, Madrid, no se libra de ellos. Por primera vez desde que hay datos oficiales, la lista de espera para el especialista supera el medio millón de pacientes. En concreto, 500.366 personas están esperando para ser atendidos por el especialista por primera vez. En junio de 2016, en los primeros registros, la cifra era menos de la mitad de la actual: 229.280 pacientes.
De esas personas que están esperando para ser atendidas, casi la mitad de ellas tienen una espera superior a 90 días: 236.241 pacientes tendrán que esperar casi tres meses para ser atendidos.
Las listas de espera para realizar una prueba diagnóstica también están alcanzando cifras de récord en la comunidad liderada por Díaz Ayuso. 153.304 pacientes aguardan una primera prueba diagnóstica. En operaciones, la espera es de 95.941 personas.
La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO (FSS-CCOO), el sindicato UGT, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), Medicus Mundi y otras 46 organizaciones han firmado un manifiesto para defender la Atención Primaria y reivindicar, entre otros aspectos, que se prioricen las consultas presenciales en los centros de salud una vez han pasado los peores momentos de la pandemia de COVID-19.
En rueda de prensa este miércoles, representantes de algunas de estas 51 entidades han denunciado que algunas administraciones "han aprovechado la forma de afrontar la pandemia para organizar la demanda con menos actividad presencial y más actividad telemática".
En este sentido, defienden "dar prioridad a las consultas presenciales". "Las consultas telefónicas y telemáticas deberán tener un papel no discriminatorio para personas mayores o con dificultades para manejar las nuevas tecnologías", destacan en su manifiesto, donde realizan un análisis sobre la "grave situación" de la "puerta de entrada" del sistema sanitario.