El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha prometido que el diálogo para atender el problema con el independentismo en Cataluña no irá en detrimento de las necesidades de otras autonomías.
"Superar el conflicto que divide a los catalanes entre sí y que tensiona lógicamente las relaciones entre Cataluña y el conjunto del país es fundamental para seguir avanzando. Pero la atención a ese problema no se hará en perjuicio de otras necesidades territoriales apremiantes", ha garantizado en su intervención ante el Comité Federal del PSOE.
Sánchez ha nombrado a continuación algunas de esas necesidades urgentes. "Extremadura necesita un tren digno y lo necesita ya; Murcia necesita que el Mar Menor recupere la vida que tuvo; Castilla y León pide que aunemos fuerzas para revertir la despoblación, todos los agricultores de España miran con preocupación al debate de la PAC en Bruselas y piden la defensa de sus derechos y su economía", ha enumerado.
"Cada uno de los ciudadanos y ciudadanas de España esperan atención a sus demandas. Mi compromiso es que la tendrán", ha afirmado Sánchez, adelantándose a algunas de las intervenciones de los líderes autonómicos que han tomado la palabra después en el debate.
Entre ellos, por ejemplo, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien, en una línea muy similar a sus declaraciones a la prensa, ha incidido en la necesidad de garantizar la igualdad entre territorios, han informado a Europa Press fuentes de la delegación que le acompaña.
En sus palabras ante el máximo órgano entre congresos del PSOE, Sánchez ha hecho un repaso de los retos principales a los que se enfrenta España, entre los que ha citado la cohesión territorial.
"Debemos superar estas tensiones territoriales que han consumido y consumen tanta energía al debate público en nuestro país y tenemos a la vez que conseguir un equilibrio y una cohesión territorial entre las zonas más densamente pobladas que concentran renta, servicios, capacidad de producción y grandes extensiones de España que están desatendidas, en riesgo de despoblación severa", ha urgido.
Sánchez ha hecho un llamamiento a superar la "dialéctica estéril" que, en su opinión, han entablado los partidos independentistas y las formaciones de derecha, entre "aquellos que dibujan una España que se comporta como una potencia despiadada y opresora frente a unos territorios desatendidos y sometidos, y de otro lado quienes recelan de cualquier diversidad como una amenaza porque tienen una visión uniforme de España que termina en la M-50".
Pero España, a juicio de Sánchez, "es plural" y desde esta concepción quiere avanzar el Gobierno de coalición con el objetivo de "superar una década llena de errores" que dejó un rastro "nefasto" de desigualdad y de "fractura territorial".
Sin embargo, una gran mayoría de ciudadanos en España y Cataluña, ha afirmado Sánchez, "no soportan prolongar por más tiempo el recelo, la enemistad y la desconfianza" y quieren en cambio "superar la polarización y exige el reencuentro".
Tras advertir de que "no va a cambiar de golpe en un mes lo que se ha abonado con tanta intensidad en los últimos 10 años", Sánchez ha manifestado su deseo de que "al menos el rumbo" sí se cambie "de inmediato" y esta década sea recordada como la del "diálogo social y territorial". "Una democracia fuerte es la que dialoga", ha agregado antes de llamar al PP a que se sume a este diálogo.