El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, han protagonizado una sesión de control al Gobierno llena de reproches y vacía de contenido político. Ambos se han acusado mutuamente de estar desgastados en una batalla dialéctica de sordos. El jefe del Ejecutivo le ha dicho al líder popular que se le está "poniendo cara de Albert Rivera" y este le ha respondido “a usted de Zapatero” para llamarlo “pato cojo”.
Durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, Sánchez se ha defendido de las críticas de Casado asegurando que la economía española está "a punto de relanzarse" y que el Ejecutivo está centrado en garantizar esa recuperación y en “vacunar y vacunar” para lograr la inmunidad de grupo dentro de "98 días".
Es más, el presidente del Gobierno ha prometido que a principios de junio España tendrá 10 millones de personas vacunadas con la pauta completa frente al covid.
Casado le ha pedido que deje de meter la cabeza en el suelo como una “avestruz", porque "su empecinamiento cuesta vidas". Así, le ha pedido que sea "valiente" y dé "su brazo a torcer", deje de "llevar la contraria a ministros, 'barones', socios de gobierno, jueces y sanitarios", y acepte estudiar el 'plan b' jurídico del PP para que las comunidades puedan seguir restringiendo derechos fundamentales para frenar los contagios una vez ha decaído el estado de alarma.
Casado le ha instado a Sánchez a convocar el debate sobre el estado de la nación, debatir en el Congreso el plan de reformas enviado a Bruselas y debatir el plan B del PP.
A su juicio, tras año y medio de legislatura, Sánchez es ya "un pato cojo" y le ha pedido que deje de esconder la cabeza como un avestruz.
"El estado de alarma es el pasado, hay que mirar al futuro y el futuro es la inmunidad de grupo. Quedan 98 días, y una recuperación económica que empezamos ya a ver en los datos económicos", ha respondido Sánchez, quien además ha garantizado que su gobierno seguirá trabajando en los 32 meses que quedan hasta las próximas elecciones generales, porque lo que necesitan los ciudadanos es "estabilidad", y no más elecciones.