Los anticuerpos neutralizantes contra el SARS-CoV-2 persisten en los pacientes que los desarrollan al menos ocho meses tras la infección en la mayoría de los casos, asegura un estudio del hospital milanés de San Raffaele y el Instituto Superior de Sanidad italiano (ISS).
Los contagiados que producen anticuerpos en los primeros quince días tienen menor riesgo de padecer síntomas graves de covid, añade el estudio, publicado en la revista científica "Nature Communications".
La duración de los anticuerpos y la importancia de su presencia temprana para combatir la infección son los dos principales resultados de la investigación, realizada por la Unidad de Evolución y Transmisión Viral del Hospital San Raffaele y el San Raffaele Diabetes Research Institute, en colaboración con el Centro para la Salud Goblal y el Departamento de Enfermedades Infecciosas del ISS.
A partir del seguimiento de 162 pacientes positivos al SARS-CoV-2 con diversos síntomas, la investigación concluye que los anticuerpos permanecen en el organismo durante al menos 8 meses, independientemente de la gravedad de la enfermedad, la edad de los enfermos o la presencia de patologías previas. Las primeras muestras de sangre tomadas corresponden a marzo y abril de 2020, mientras que las últimas se realizaron en noviembre.
"Ocho meses después del diagnóstico solo hubo tres pacientes que ya no mostraron su positividad a la prueba (de anticuerpos)", explicaron hoy el ISS y el San Raffaele en un comunicado.
El 79% de las personas analizadas produjeron anticuerpos en las dos primeras semanas desde el inicio de los síntomas, y los que no lo hicieron tuvieron un mayor riesgo de padecer dolencias graves, al margen de otros factores.
"Los pacientes que no pueden producir anticuerpos neutralizantes durante la primera semana de infección deben identificarse y tratarse a tiempo, ya que tienen un alto riesgo de desarrollar formas graves de la enfermedad", afirmó la directora de la Unidad de Evolución y Transmisión Viral del Hospital San Raffaele, Gabriella Scarlatti, según se recoge en la nota.
El estudio tiene "implicaciones tanto en la gestión clínica de la enfermedad en el paciente como en la contención de la pandemia", añadió Scarlatti.
La investigación también analizó la reactivación de anticuerpos frente a coronavirus estacionales, los responsables del resfriado, y concluyó que estos "reconocen parcialmente el nuevo coronavirus y pueden reactivarse tras la infección, aunque no son efectivos para neutralizarlo".
No obstante, se trata de una buena noticia, ya que se temía que la expansión de este tipo de anticuerpos ralentizara la producción de los específicos para el SARS-CoV-2 y tuviera efectos negativos en el curso de la infección.