Salvador Illa dijo eso de no es no. Sin inmutarse. En TVE. Y 24 horas después aceptó la candidatura del PSC para presidir Cataluña. Las elecciones del 14 de febrero son ahora su reto como lo fue frenar la pandemia, ahora cerca ya de su tercera ola: "Estoy preparado para presidir Cataluña. Acepto la candidatura". Palabra de Illa. "Me lo tomo como un acto de servicio", ha dicho en su intervención telemática en el Consell Nacional del PSC, que aprobará las listas de los socialistas a las elecciones, en la que ha afirmado que es un servidor público y que quiere estar donde pueda ser más útil.
"Me dicen mis compañeros que puedo ser útil para resolver la situación que vive Cataluña. Si mis compañeros me lo piden, la única cosa que puedo decir es que estoy preparado", ha subrayado.
Antes que Illa ha hablado Miquel Iceta, que ha explicado que "se trata de una decisión política" porque ha dicho " ha llegado el momento de decir basta y abrazar una nueva etapa de prosperidad en Cataluña" y en este sentido ha afirmado que hoy "la palabra procés sea sinónimo de retrocés". Iceta ha hablado como si su candidatura no pudiera ganar e Illa sí. Las encuestas han tenido mucho que ver en una decisión que puede dejar en manos de Carolina Darias Sanidad en plena pandemia de covid.
No dimite Illa como muchos le pidieron por su gestión. Se va. Vuelve a Cataluña, donde Iceta cree que puede dar la campanada como hizo Arrimadas en su día para nada. Ciudadanos ganó, pero no logró ni intentar sumar apoyos. Un Ciudadanos que ha vivido hoy el cambio de partido de la que las primarias nombraron candidata, Lorena Roldán, pero el partido apostó por Carrizosa. La venganza se sirve fría. Y sin aviso. Lorena ha dicho adiós con un portazo, aplaudiendo a Rivera y Casado y criticando a Arrimadas por abrazarse a Sánchez. Ciudadanos ha abierto la puerta de salida a todos los que se consideren de derechas. Puede haber cola, veremos.
Volvamos al PSC, donde todo se ha escenificado como una idea de Iceta y solo de él. De hcho, Iceta ha argumentado que lo que necesitaba el PSC no era un candidato sino un presidente de la Generalitat. Lo que él ha querido ser años. Se ha dado cuenta de su falta de cartel tarde, porque las elecciones están a la vuelta de la esquina.
Y poco ha importado que su sustituto comande un ministerio que se enfrenta a una pandemia. Algo que en otro país acabaría con la carrera de cualquiera es visto aquí como un plus. Ahora Iceta cede el testigo aunque puede no ser gratis. Puede ocupar el ministerio que deje Darias. Y la política territorial estará en manos de un catalanista convencido. La oposición cargará la batería de críticas y Cataluña hablará mucho de pandemia y poco de procés.
Illa ha asegurado que la situación catalana se halla en "un momento crucial", donde se debe tomar "el camino del miedo o la confianza; el camino del miedo o la esperanza; o, el camino de la confrontación o el reencuentro”. Cierto que su talante es cordial. Illa confía en las "capacidades de los catalanes" para "sobreponerse a las adversidades venciendo al virus, reflotando la economía y apostando por el reencuentro. Illa confía en todos, en un giro entre los catalanes que han apostado en los últimos tiempos por los independentistas y en los ciudadanos para respetar las normas. Por ahora, la pandemia gana por goleada. Veremos en las urnas ERC.
Illa ha mostrado también su voluntad por sacar a Cataluña del laberinto del procés y apostar por el reencuentro, por volver al "punto en que nos dejamos de escuchar. Sin revanchas", ha dicho. Al menos, Illa ha dejado claro que su "confianza no es ciega, se basa en hechos. Toda nuestra historia en último medio siglo es una historia conjunta con el resto de España de superación y de progreso. Es una historia de esperanza y confianza y así ha sido también este último año", ha ensalzado Illa. "Hemos resistido porque confiábamos en superar la emergencia", ha añadido. Esperemos que tenga más suerte que con una pandemia que se acerca sin freno a una tercera ola.