El Gobierno "no tiene ninguna intención" de volver al estado de alarma
Salvador Illa asegura que las cosas "se están haciendo bien" para tener al coronavirus "bajo control"
"No hay ninguna intención de volverlo aplicar", afirma, aunque recuerda que "está ahí" si hay un "descontrol"
Avanza un plan frente a los brotes con 3 niveles de riesgo para los territorios
Sin olvidar la férrea y reiterada defensa que ha hecho continuamente de este instrumento constitucional, Salvador Illa ha asegurado durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados que el Gobierno “no tiene ninguna intención” de volver a utilizar el estado de alarma porque actualmente las cosas “se están haciendo bien” para tener al coronavirus “bajo control”.
"Es un recurso que está ahí, que ya hemos visto que sirve y para lo que sirve, pero en estos momentos no lo contemplo porque pienso que estamos haciendo las cosas bien para tener esto bajo control”, ha dicho el ministro de Sanidad, matizando, no obstante, que si la situación se vuelve a “descontrolar” es un instrumento que está siempre al alcance.
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En este sentido, por enésima vez, y del mismo modo en que hiciese este martes en la comisión en el Senado, donde recordó que “España fue el país que tomó antes el estado de alarma”, ha insistido en que esta herramienta “ha funcionado”, desde que entrase en vigor el 14 de marzo hasta el pasado domingo 21. Ello, ha dicho, ha permitido detener la propagación del coronavirus y, por eso, además de por la implicación y la responsabilidad de la ciudadanía, ahora se está en una situación en que “no hay ninguna intención de volverlo a aplicar”.
En este sentido, ha aseverado, el objetivo y la intención del Gobierno es detectar los brotes de la forma más precoz y rápida posible para, así, poder actuar “muy quirúrgicamente” en puntos y grupos concretos. Por ello, además, el propósito es que haya controles adecuados para que no vengan a España casos importados, al tiempo en que insisten en el trabajo para buscar “lo antes posible” una terapia o una vacuna que permita “derrotar definitivamente al virurs”.
Un plan frente a los brotes con 3 niveles de riesgo para los territorios
En su comparecencia, el ministro de Sanidad también ha avanzado detalles del Plan de Preparación y Respuesta frente a una segunda oleada de la COVID-19, el cual propone indicadores específicos para evaluar la transmisión de la enfermedad y las capacidades de la asistencia sanitaria y de salud pública, asignando un nivel de riesgo bajo, medio o alto a cada unidad territorial.
Tras advertir que el virus "sigue ahí y puede volver a golpearnos", ha apuntado que el Ejecutivo está trabajando en el citado plan, que se podría aprobar definitivamente en las "próximas semanas".
Incluirá también una reserva estratégica de materiales y medicamentos, fundamental en el propósito de intentar garantizar que se puede afrontar una nueva oleada de coronavirus, --si llega--, "en las mejores condiciones posibles".
La evaluación del riesgo estará basada en indicadores de alerta temprana sobre incrementos de la transmisión de COVID-19, ha explicado, destacando la importancia de monitorizar la información y de realizar una evaluación permanente de la situación epidemiológica, que contemple la distribución geográfica y la carga de la enfermedad, en general, y en poblaciones específicas.
De acuerdo a esta evaluación, el plan recogerá el marco de intervención, según el nivel de amenaza y el escenario.
Entre los instrumentos de información epidemiológica que se utilizarán, el ministro de Sanidad ha citado el Sistema de Vigilancia en España (SiViEs), que recaba datos sobre la situación epidemiológica con fichas individualizadas de los casos confirmados; y el Sistema Español de Resultados de Laboratorio (Serlab), que recopila los datos de todas las PCR realizadas en los laboratorios públicos y privados.
También la información sobre capacidades asistenciales, que contiene datos de la actividad hospitalaria a nivel nacional, de centros públicos y privados; el Sistema de Vigilancia de la Mortalidad diaria (MoMo), que proporciona información agregada por comunidad autónoma sobre la mortalidad diaria; y la Encuesta Nacional de seroepidemiología, que ofrece información sobre la prevalencia de la infección.
La información proporcionada por estas fuentes se compartirá semanalmente con las comunidades autónomas y se verificará su contenido para evaluar conjuntamente el riesgo o nivel de la amenaza de cada unidad territorial. En función de esto, se definirán una serie de actuaciones, ya sea a nivel local, autonómico o estatal, ha agregado.