Cataluña despierta hoy tras su primera noche de toque de queda. Es la comunidad autónoma que ha impuesto las limitaciones más estrictas en estas fechas para frenar la sexta ola de la panademia de coronavirus. La noche que ha estado fuertemente controlada, y que parece que ha sido respetada.
Esta noche ha sido la primera en la que no se podía estar en la calle en Cataluña desde la una hasta las seis de la mañana. “Lamentablemente es imprescindible porque una parte pequeña de la sociedad es absolutamente insolidaria”, señala un ciudadano.
Otras, en cambio, consideran “un retraso volver a lo que hacíamos antes”. Sin embargo, las medidas tienen el aval de la justicia catalana.
Las restricciones frente al covid son solo en municipios con alta incidencia. De momento solo afecta a 126, entre ellos Barcelona. En la capital catalana han extremado la vigilancia en las calles.
Los ciudadanos han sido muy respetuosos en la primera noche con toque de queda en la ciudad condal, donde poco antes de que se iniciara ya parecía una ciudad fantasma.
Y es que poco se puede hacer a esas horas, porque el ocio nocturno baja una vez más la persiana. También bares y restaurantes, que a partir de ahora tienen limitación de aforo. Abrirán con con un 50 % de aforo en interiores.
Estas medidas son otro mazazo para la hostelería, que ya calcula pérdidas millonarias.
Y cuenten las sillas esta noche, de Nochebuena en sus casas, porque no podrá haber más de 10 personas en la mesa navideña en los hogares.
“Me parecen totalmente exageradas”, dice una señora. Otra en cambio afirma que “nos perjudica a todos peros si se trata de parar la pandemia es necesario”.