Ni el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ni la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, querían a la entrada del Pleno avanzar su voto. Los socios de Gobierno tenían una postura muy distinta ante la reprobación a Ortega Smith, portavoz de Vox, presentada por el PSOE por "sus boicots y su falta de respeto a las víctimas de la violencia de género".
“Aquí lo que está en juego es la libertad de expresión, por detestables que nos pudieran parecer sus palabras”, decía Almeida.
“No se puede presentar, delante de un montón de mujeres que han sido víctimas de malos tratos, a hacer esa arenga”, sostenía Villacís.
La discrepancia entre ambos se plasmaba definitivamente en la votación. A Ortega Smith, no obstante, dice importarle “un bledo” el resultado, y acusa a Ciudadanos de plegarse a la izquierda, “porque ve que va perdiendo escaños en el Congreso de los Diputados a tal velocidad que necesita intentar ver si callando a Vox recuperan o no”.
Poco después de sus palabras, era recibido en una junta municipal de Madrid con el grito: “¡Fuera fascistas de las instituciones!”
Vox también se ha desmarcado en el Congreso de un manifiesto conjunto contra la violencia de género. Consensuado por todos los grupos, la negativa de Vox a apoyarlo ha impedido que el texto haya sido una declaración institucional.