Cataluña renueva al completo su cartel electoral como anticipo de una nueva época
La designación de Illa confirma que no repite ni uno solo de los candidatos a President de 2017
La irrupción de la pandemia, el aplazamiento de la Mesa de Diálogo y las divisiones entre partidos definen el nuevo tiempo politico
Cuando los catalanes vayan a las urnas el 14 de febrero para elegir President no podrán votar a ninguno de los candidatos que optaron al cargo en 2017. No queda ni uno. La designación de Salvador Illa como cabeza de lista del PSC completa una renovación del escenario electoral con pocos precedentes históricos en este tipo de procesos.
Las convulsiones en la política catalana, agitada en el terreno social por la irrupción de la pandemia, han acarreado un cambio de prioridades, estrategias, relaciones entre partidos y preocupaciones ciudadanas que es el que refleja ahora la nueva alineación de cabezas de cartel. A Puigdemont, Junqueras, Arrimadas, Iceta, Albiol y demás les toman el relevo Borràs, Aragonès, Carrizosa, Illa, Fernández...
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Ha habido de todo: exilio, cárcel, rupturas, defenestraciones, movimientos tácticos. La lista de razones por las que ya no están los que no están es variada, casi pintoresca. Más marcada por los accidentes que por un proceso natural. Consecuencia: todo cambia pero, en contra de lo que dice el clásico, no para que todo siga igual, sino con una aparente voluntad de que las cosas sean distintas.
Hay tregua en las calles, miedo al virus como en todas partes, desasosiego por el futuro económico, división en el independentismo y en la derecha “constitucionalista”
Hay tregua en las calles, miedo al virus como en todas partes, desasosiego por el futuro económico, división en el independentismo y en la derecha “constitucionalista”. La famosa Mesa de Diálogo (en su día no se hablaba de otra cosa) hiberna desde el 14 de marzo y nadie parece con prisa por descongelarla.
Cataluña, es un hecho demoscópico, sigue partida en dos, pero en estas elecciones, y más aún con la irrupción de Illa en escena, se abre paso la opción de mayorías alternativas a la de las dos últimas legislaturas, incluso transversales. Moncloa, de hecho, ha lanzado la idea de “reencuentro” para fomentar que lo del 14-F sea una especie de plebiscito frente a la idea de procès.
El cambio de caras, pues, no parece algo cosmético sino un síntoma de un fenómeno más profundo, de una Cataluña a punto de redecorar su futuro político. Las nuevas caras, como símbolo de un nuevo tiempo.
Nuevas caras para un nuevo tiempo
PSC. Salvador Illa (La Roca del Vallès, 1966) se ha sumado a la lista de presidenciable con golpe de efecto incluido. A última hora y descabalgando a un Miqel Iceta que, según cuenta ahora, ya tenía decidido hace meses echarse a un lado.
El todavía ministro de Sanidad es la baza de Pedro Sánchez para intentar romper el techo de su antecesor que marcaban los sondeos y personificar la propuesta de renovación que reclama el electorado. Con Illa, se dice, es más posible el acuerdo con un ERC que aspira a ser primera fuerza. Es un político templado, con buenos datos de valoración y, para los fans, con el aval de haber salido vivo de la gestión de una de las grandes pandemias de la historia.
ERC. Pere Aragonès (Pineda de Mar 1982) tiene el reto de dar el sorpasso a los que han sido sus socios de Gobierno hasta ahora. El anterior cabeza de cartel fue Oriol Junqueras, pero está en la cárcel. A Aragonès le ha tocado ejercer como President, tras la inhabilitación de Torra, en un momento complicado: en plena crisis de la Covid. Forzado, además, a equilibrios entre los acuerdos en Madrid con el Gobierno de Sánchez (ERC apoya los Presupuestos Generales del Estado) sin desatender la disputa por el electorado independentista. Si, como cuentan los sondeos, sale como el más votado, le tocará elegir: inmovilismo o cambio de rumbo.
JuntsxCAT. Laura Borràs (Barcelona 1970) es la imagen del cambio en la línea tradicional de Mas, Puigdemont (el anterior candidato) y Torra. Diputada en el Congreso, ha mostrado similar firmeza en sus posiciones que sus antecesores pero ha sido menos personaje. En los sondeos no le ha ido mal. No era la candidata de Puigdemont que, en todo caso, finalmente estará en su lista para tratar de frenar el empuje de ERC. Tiene pendiente una causa judicial por, presuntamente, fraccionar contratos para adjudicárselos a un amigo. Por cierto, en el espacio ‘posconvergente’ ya no está sola, compite también el PDECat.
Ciudadanos. Carlos Carrizosa (Barcelona 1964) es el protagonista del relevo quizás más complicado de todos. Ciudadanos viene de ser la primera fuerza política catalana en las elecciones de 2017, con una Inés Arrimadas que optó por dar el salto a Madrid. Repetir va a ser difícil porque casi nada les ha ido bien desde entonces. El partido, a nivel nacional, sufrió un descalabro electoral y la salida de Rivera. En Cataluña, el día en que llegó Illa al PSC (que por cierto se le presenta como un candidato capaz de arañarle algún voto a Ciudadanos) fue el mismo en el que Lorena Roldán anunció su paso al PP. A Carrizosa, en un escenario en el que el virus ha ganado terreno a las esteladas, las cosas se le ponen aún más difíciles para hacer valer su discurso.
Partido Popular. Alejandro Fernández (Tarragona 1976) incorpora al PP un cierto cambio de talante. Un perfil distinto al del duro, el anterior candidato a President y ahora alcalde de Badalona. Fernández se ha labrado cierta fama con su personal estilo parlamentario, ejerciendo de azote de Torra como portavoz popular en el Parlament. Con él, los populares hacen un nuevo ensayo para recuperar terreno perdido en un escenario poco propicio. Ahora, además, amenazado por Vox. En una entrevista con NIUS, Fernández se definió como “un españolazo catalanazo”. Declaración de principios.
En Comú Podem. Jéssica Albiach (Valencia, 1979) será la candidata en sustitución de Xabier Doménech, y su principal reto es darse a conocer. Que no es poca cosa en vísperas electorales. Juega en su contra, además, la debilidad de esta formación en las elecciones autonómicas, siempre por debajo de los de las generales y municipales. El lema de una campaña de los suyos para darla a conocer fue “Siempre hay una primera vez”. Pues eso.
En esta misma línea de renovación, la CUP ha elegido para liderar su cartel a Dolors Sabater (Badalona 1960) en sustitución de Carles Riera. Su gran logro fue liderar la coalición que arrebató a Garcia Albiol la alcaldía de Badalona. Para su formación, el reto para después de las elecciones es tener el peso suficiente para apuntalar un gobierno independentista, si lo hay.
El PDECat compite con Ángel Chacón (Igualada 1968), exconsejera del Govern hasta que Torra prescindió de ella de manera “abrupta”, en la supuesta “purga” que denunciaron los suyos cuando la ruptura entre los convergentes.
Vox, por último, propone como candidato a President a Ignacio Garriga. Lo más relevante de su reciente trayectoria es que fue el encargado de defender en el Congreso la moción de censura presentada por Santiago Abascal contra el Gobierno de Sánchez.
Garriga no sustituye a nadie. Vox es en sí mismo novedad en este escenario de novedades. Nueve de nueve: el cartel catalán cambia de piel a la espera de que los electores decidan.