La Reina Letizia inauguró ayer el 2022 con un nuevo y diminuto accesorio que no ha pasado inadvertido. Un segundo agujero en el lóbulo de la oreja izquierda adornado con una pequeña bolita plateada. Un detalle moderno que no es tan común entre los miembros de las Casas Reales. Un nuevo pendiente que brillaba junto al resto de joyas elegidas para la ocasión: un diseño de Bulgari en forma de aro, realizado en oro blanco, diamantes y aguamarinas.
Entre las joyas que doña Letizia llevaba en el evento, se encontraba un broche que también ha protagonizado una de las anécdotas de la jornada. Durante la recepción al aire libre, la Reina colocaba su chaqueta y el broche caía al suelo, siendo el rey Felipe el que se ha dado cuenta y se ha agachado para devolvérselo.
No es la primera vez que la Reina Letizia sorprende a todos. Sus looks siempre traen cola. Se estudian y se copian al milímetro. Si estrena camisa, falda o vestido y sobre todo si es de una marca low cost, el modelo se agota al momento. Embajadora de nuestra moda también fuera, capaz de institucionalizar las bailarinas, los estiletos y las alpargatas.
Impone la coleta de burbujas o las canas. Siempre a la última. Pero si hay que se considera toda una debilidad es el color rojo. Y sí, ha logrado que ese color gane enteros. No es la primera vez que arriesga.
Ahora arriesga con eta especia de piercing que también ha llevado Rania de Jordania, uno de los referentes de nuestra Reina. También luce más de un pendiente Charlene de Mónaco aunque la pionera fue la rebelde Estefanía. No tardará en ponerse de moda.