Las fiestas y los viajes de fin de curso han desencadenado un auténtico macrobrote originado en Mallorcafiestasviajesde fin de cursoMallorca que ya ha llegado a al menos seis comunidades autónomas. Las cifras son abultadas: medio millar de contagiados, la mayoría jóvenes estudiantes, y más de 2.000 personas en cuarentena. Y todo mientras España aumenta por tercer día consecutivo la incidencia acumulada a 14 días, —elevándose a 95,03 casos por 100.000 habitantes—, y mientras las autoridades sanitarias no se cansan en insistir que el coronavirus sigue circulando, y especialmente entre la población joven, muy expuesta ahora porque aún no les ha llegado la cobertura de vacunación y, por otra parte, su volumen de interacción social es más alto.
Entre los afectados casi todos son asintomáticos, pero el mayor peligro está en que contagien a familiares o a otras personas que puedan ser de más riesgo, extendiendo el brote y haciéndolo aún más voluminoso y peligroso.
La situación, de hecho, ha escalado tan rápido que la Ponencia de Alertas del Ministerio de Sanidad ha tenido que apresurarse a acordar que aquellas personas que estén o hayan participado en esos viajes de fin de curso a Mallorca sean consideradas “contactos estrechos”.
Por tanto, de acuerdo a esa decisión, que tomaron después de reunirse este jueves, tras regresar al lugar de residencia, a los estudiantes y las personas implicadas se les realizará una prueba diagnóstica de infección activa y se les indicará la realización de una cuarentena en el domicilio de diez días tras la llegada.
Además, si la prueba es negativa, se les ha recomendado realizar otra a las 24 o 48 horas tras la primera.
De este modo, ya son varias las comunidades autónomas que han llamado este viernes a la realización de PCR, como País Vasco, donde se han contabilizado ya 126 positivos ligados al brote en la isla.
Los contagios originados en el macrobrote superan los 500 positivos en coronavirus. En palabras de Antonio Zapatero, viceconsejero de Sanidad en la Comunidad de Madrid, “es el brote más grande que hemos tenido desde el inicio de la pandemia”. Lo ha manifestado así después de anunciar que, efectivamente, Madrid es una de las comunidades más afectadas, con un total de 320 positivos asociados, afectando a nada más y nada menos que 61 zonas básicas de salud.
En total, en el caso de los estudiantes desplazados desde la capital de España, se alojaron en un total de ocho hoteles de Mallorca, y participaron en actos multitudinarios en los que, como cabe esperar, las medidas de seguridad frente a la covid-19 o brillaron por su ausencia o fueron notablemente deficientes.
“Podemos asegurar que tuvieron unas agendas muy intensas”, ha llegado a afirmar Elena Andradas, director a de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, durante la rueda de prensa de este viernes.
Desde la Comunidad Valenciana, por su parte, ha sido la Consejera de Sanidad y Salud Pública, Ana Barceló, la que ha recalcado que “el virus todavía está entre nosotros y, si relajamos las medidas (distancia social, mascarilla, higiene de manos, ventilación, uso de mascarilla), hay consecuencias en la salud de toda la ciudadanía”, como prueba este macrobrote que, en el caso de esta comunidad autónoma, deja por el momento 67 positivos, todos con síntomas leves, tras regresar del viaje a Mallorca.
Además de País Vasco con 126 casos, Madrid con 320 y Valencia, con 67, también Galicia, Aragón, Murcia y Castilla-La Mancha se han visto afectadas por el macrobrote.
Concretamente, en Galicia se contabiliza 50 afectados, y la Consellería de Sanidade ha informado de la activación de protocolos de pruebas, cuarentena y rastreo en 11 centros educativos que han confirmado viajes a Baleares por parte de sus estudiantes.
Aragón tampoco se libra del macrobrote: de 14 PCR, 10 positivas; todas ellas relacionadas con un grupo de jóvenes de Bachillerato de Alcaniz, que estuvo de viaje de estudios en Mallorca del 12 al 18 de junio.
En el caso de Murcia, se han contabilizado 18 contagiados, vinculados a estudiantes de entre 17 y 21 años.
En Castilla-La Mancha, por su parte, se han detectado por ahora 12 casos.
Además, Andalucía mantiene a 476 jóvenes en aislamiento y en Cataluña se investiga un brote con 24 casos tras un viaje de fin de curso, no a Mallorca, sino a la isla vecina de Menorca.
El Gobierno balear señala como origen del brote y foco del contagio a un concierto de Reggaetón celebrado en la Plaza de Toros de Palma, así como a los macrobotellones y las fiestas englobadas en el contexto de los viajes de fin de curso.
Según ha informado el Ejecutivo regional, han abierto un expediente a los organizadores de dicho concierto bajo posible multa de entre 60.000 y 600.000 euros por infracción muy grave.
Además, tras las investigaciones y las labores de rastreo realizadas, señalan que otros espacios de contagio fueron las diferentes fiestas en la costa del Arenal de Llucmajor, tanto en barcas como en tierra, incluyendo nueve hoteles a los que se está investigando.
En este sentido, el Govern, a través de la Conselleria de Salud y Consumo, ha hecho constar que se ha comenzado a realizar un cribado de todos los hoteles para controlar posibles cadenas de contagio también entre su personal.
Más allá, entre las acciones del Ejecutivo balear, reclaman al Gobierno central que emprenda acciones legales contra aquellas agencias de viaje de la Península que hayan podido organizar o bien colaborar en el desarrollo de estas actividades que, subrayan, incumplen la normativa covid.
"El archipiélago balear es un espacio seguro, con una de las incidencias más bajas de Europa mantenida en los últimos meses gracias al esfuerzo de toda su población para respetar las medidas de seguridad. No se permitirá que la imprudencia de unos pocos, y de quienes se lucran con ello, ponga en riesgo vidas humanas y la recuperación económica", ha denunciado el Govern.
Los jóvenes, por su parte, han contado en declaraciones a Cadena SER que la situación que se vivió en Mallorca fue de auténtico “descontrol”, llegando a juntarse miles de personas en un mismo lugar.
“Fue un descontrol; bastante es que no hemos cogido el ébola”, llegan a afirmar algunos de los testigos al citado medio, donde cuentan que la propia policía, según su versión, parecía querer juntarles para tenerles vigilados en un punto en lugar de dejarles dispersarse, después de haber intentado eso el primer día. “Vieron que era peor”, dice un joven a Cadena SER.
Ante la gravedad de la situación, evidenciada con los abultados números del macrobrote que se ha extendido por distintos puntos de España, la presión policial en Mallorca se ha incrementado para disuadir a todo aquel que, nuevamente, pretenda realizar celebraciones sin respetar las medidas de prevención vigentes frente al coronavirus; algo que parece estar teniendo su efecto, al tiempo en que muchos estudiantes parecen haber visto el riesgo que corren al volver a sus casas.
“Está lleno de policías”, sostienen, mientras se suceden los cribados y las pruebas a los posibles afectados en la isla.
Además, este no ha sido el único brote por viajes de fin de curso. En Deltebre, en Tarragona, otro foco originado tras un viaje a Tenerife se ha saldado por ahora con una quincena de positivos y más de 150 aislados, entre jóvenes y familiares.
Por su parte, otro viaje de grupo a Menorca reúne también a varios positivos y casi 50 personas en estudio.