Pere Aragonès, el independentista de orden

  • Aragonès defiende la amnistía para los presos y un referéndum con amplias mayorías

  • Vinculado a ERC desde los 16 años, es la mano derecha de Oriol Junqueras

  • Desde 2020 ejerce las funciones de presidente de la Generalitat tras la inhabilitación de Quim Torra

Pere Aragonès, (Pineda de Mar, 19 de noviembre de 1982), se define como una persona de orden. Con un perfil pragmático y discreto, muy alejado de la épica de algunos líderes independentistas, Aragonès es la cara visible de una ERC que puso las luces largas tras la convulsión que supuso el referéndum del 1 de octubre con el objetivo de ensanchar la base social del independentismo. Vinculado a ERC desde la adolescencia, Aragonès es independentista hasta la médula, pero en política ejerce su faceta más práctica y realista.

El coordinador nacional de ERC ha crecido a la sombra de Oriol Junqueras. Fue su mano derecha en la Consejería de Economía y Hacienda de la Generalitat. Y fue Junqueras el que desde la prisión de Estremera, en 2018, le pidió pasar a la primera línea para pilotar el partido. Aragonès, fiel a su líder y al partido, asumió la responsabilidad. Desde entonces es la voz de ERC en la calle. Junqueras sigue marcando la estrategia desde la cárcel.

Diálogo, consenso y negociación

Defensor del diálogo y los consensos, Aragonès ha ejercido un papel clave en varias negociaciones con los partidos de ámbito estatal. Fue el impulsor de la mesa de diálogo sobre Cataluña entre el Govern y Moncloa, facilitó la investidura de Pedro Sánchez y fue el hombre que se sentó con Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda del PP cuando se aplicó el artículo 155 en Cataluña. Incluso en los momentos más duros ha mantenido siempre una línea abierta de diálogo con Madrid.

Esa faceta de independentista moderado choca en ocasiones con la efervescencia de las bases de Esquerra. También su liberalismo económico aunque con tintes socialdemócratas.

Aragonès marca distancias con los que apuestan por una declaración unilateral de independencia. Su aspiración es una Cataluña independiente y republicana pero baja a la tierra y admite que ahora es tiempo de luchar por un referéndum con mayorías amplias que sea reconocido dentro y fuera y por la amnistía para los presos del procés. Aunque también se ha mostrado partidario, en un futuro, de una estrategia de confrontación con el Estado español, lo que él mismo ha bautizado como una especie de "microdesobediencias".

Del "España nos roba" a presidente en funciones

En Pere Aragonès no hay grandes estridencias. Los que le conocen bien dicen que no suele perder los nervios. Sus detractores le acusan de ser "un lobo con piel de cordero". Con 16 años formó parte de las Juventudes de ERC. Fue su etapa más radical y activista. En aquellos años defendió el "no" en el referéndum sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña con el lema "España nos roba".

Con 18 años se afilió al partido y desde ahí su carrera política ha ido en ascenso, aunque siempre en segundo plano. Ha sido concejal de su pueblo, diputado autonómico donde ha ejercido de ponente de varias leyes, secretario de Economía con Oriol Junqueras, consejero de Economía y Hacienda y vicepresidente del Govern. Desde 2020 ejerce las funciones de presidente de la Generalitat tras la inhabilitación por el Tribunal Supremo de Quim Torra.

Con 38 años, Aragonès es licenciado en derecho y máster en Historia Económica. Ha ejercido como abogado especializado en asesoramiento jurídico a empresas y administraciones. Casado y con una hija, pertenece a una familia de empresarios hoteleros y textiles. Su abuelo fue alcalde durante los últimos años del franquismo y amasó una importante fortuna que heredaron sus hijos. Pere Aragonès está desvinculado de los negocios familiares. Desde muy joven optó por otra vía, la del republicanismo y el independentismo.