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El Gobierno y el Partido Popular llegaban anoche a un acuerdo para renovar entre otros órganos, las cuatro vacantes del Tribunal Constitucional. Dos nombres para el PP, y otros dos para el PSOE, que ahora tendrán que pasar el examen del Congreso en un par de semanas. Enrique Arnaldo y Concha Espejel, los candidatos propuestos por los populares, son dos magistrados con amplios tentáculos en la calle Génova. Espejel ha sido recusada y apartada en varias ocasiones en los juicios por la trama Gürtel por su evidente relación con el PP. Enrique Arnaldo es uno de los magistrados más activos de FAES, el 'Think Tank' de José María Aznar, pero también aparece en varias grabaciones mediando con el expresidente de Madrid, Ignacio González, procesado por cohecho en la operación Lezo.
Tras el acuerdo rubricado anoche, los populares sacaban pecho por el "perfil profesional y de reconocido prestigio" de sus candidatos el Constitucional y el Tribunal de Cuentas. "Otro compromiso cumplido de Casado", presumían desde la dirección nacional. El presidente del PP ha hecho bandera de la independencia judicial. De hecho ese es su principal argumento para negarse a renovar el Consejo General del Poder Judicial, pero los nombres que el número dos del PP, Teodoro García Egea, ha pactado con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, tienen una fuerte carga política.
La magistrada Concha Espejel, Presidenta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, también tiene su propia historia con el Partido Popular. Recusada hasta en seis ocasiones y apartada de los juicios de la Gürtel, junto con su con su compañero de tribunal Enrique López, por su proximidad evidente con el PP y supuesta falta de apariencia de imparcialidad.
Íntima de Dolores de Cospedal, la exsecretaria general del Partido Popular, -apoyo indispensable para que Pablo Casado se convirtiera en el nuevo presidente del PP-, presumía de la amistad con Espejel. La llamaba cariñosamente "querida Concha", cuando siendo presidenta de Castilla-La Mancha, la magistrada recibió en Albacete la medalla de la Orden de San Raimundo de Peñafort de las manos de Cospedal.
Los nombres de Enrique Arnaldo y Concha Espejel no son los únicos con una fuerte carga política. El PP también ha propuesto a su diputada Teresa Jiménez Becerril, como adjunta al Defensor del Pueblo. Víctima del terrorismo, -su hermano concejal en Sevilla y su cuñada fueron asesinados por ETA en 1998-, su nombramiento es todo una declaración de intenciones de Génova en la semana en la que se han cumplido 10 años del fin de ETA, y en plena bronca política por Otegi y los presos de la banda terrorista.
Así y todo, el negociador del PP, Teodoro García Egea, presume de despolitización de los órganos constitucionales. "Lo de hoy (por ayer), prueba que el que la sigue la consigue. Pablo Casado lleva tres años defendiendo la independencia y despolitización de los órganos y, por tanto, hay esperanza porque se ha demostrado", aseguraba Egea en una entrevista en Onda Cero. Ahora queda desbloquear el Poder Judicial, 1.053 días ya con el mandato caducado.