La segunda ola de la pandemia de coronavirus está desatada en Europa. Las cifras de contagios no dejan de crecer y la tendencia ascendente sumen en la preocupación a los distintos Estados Miembros. En España, este miércoles hemos superado el millón de contagiados desde que el virus se instalase en el país, y la incidencia acumulada de los últimos 14 días ya está en 332,69 casos por 100.000 habitantes tras sumarse 16.973 nuevos positivos, según el último informe del Ministerio de Sanidad. En pleno otoño y con todo el invierno aún en el horizonte, la situación es grave, y por eso son muchos los expertos que instan a tomar medidas contundentes para poner freno al SARS-CoV-2.
“Necesitamos medidas muy estrictas para combatir los contagios y cuanto más contundentes sean, más cortas pueden ser en el tiempo. Necesitamos reducir esos números antes de que llegue el invierno de verdad". “Es una barbaridad estar (en muchas regiones) con 500 casos de Covid-19 por 100.000 habitantes”, afirma, entre todas esas voces que claman acciones eficaces, el director del Laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología, Luis Enjuanes, cuyo equipo está inmerso en el desarrollo de una vacuna contra el Covid-19.
Con la nueva onda epidémica al alza, el Ministerio de Sanidad ultima un documento llamado a delimitar su ‘Plan de Respuesta Temprana’ para las comunidades autónomas, en el cual, tal como se filtró en un primer borrador, se plantean distintos niveles de alerta con distintas restricciones asociadas en función del riesgo de contagio. Sin embargo, eso no es todo, porque en relación con ello Sanidad también estudia las distintas fórmulas al alcance para reducir o restringir la movilidad y contener al virus. Una de ellas, con gran protagonismo esta semana después de que la Comunidad de Madrid se lo propusiera para una aplicación en toda España, es el toque de queda, algo que ya se aplica en algunos países de Europa, como en la vecina Francia. El debate está sobre la mesa, pero la mera propuesta ya mantiene divididas a las comunidades autónomas, pues no todas ven con buenos ojos una restricción de este calado, que precisaría para su aplicación un estado de alarma.
Con esto en cuenta, tal y como ha avanzado La Razón, el Ministerio parece fijarse en el ejemplo de Europa y propondrá a las distintas comunidades autónomas establecer un sistema de semáforos llamado a ‘pisar el freno’ en España durante al menos 14 días.
A la espera de conocer más detalles después del crucial Consejo Interterritorial que se celebrará este jueves, el sistema de semáforos que ya fijó la Unión Europea plantea una fórmula que, a través de mapas de colores que oscilan –de menor a mayor riesgo– entre el verde, el ámbar o el rojo, establece una imagen clara de la situación para aplicar criterios específicos y coordinados según cada escenario.
Concretamente, para delimitar el riesgo en que se encuentra cada zona son fundamentales tres parámetros: la incidencia acumulada, que se refiere al número de casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes (en los últimos 14 días); la tasa de positividad, que se refiere al porcentaje de positivos recopilados del total de pruebas que se hayan realizado; y la tasa de pruebas, que es el porcentaje de test de diagnóstico realizados por cada 100.000 habitantes.
Con ello en cuenta, los colores son:
A ello, además, el Centro de Control de Enfermedades Europeo le suma el color gris, que se refiere a aquellas áreas en las que no hay información suficiente o el número de pruebas realizadas cae por debajo de 300 por cada 100.000 habitantes.
Con estos criterios, para el ECDC, apenas Canarias se libra, (con una positividad de 3,5% del 11 de octubre al 17, y una incidencia acumulada de 81,13, según el último balance del Ministerio) de una España cubierta por el rojo.
A la espera de que Sanidad concrete sus criterios y las restricciones que propone según cada escenario, lo que parece claro es que el plan del Ejecutivo pasa por limitar la movilidad, los aforos y el máximo de personas que se pueden congregar, ya sea poniendo aún más coto al ocio nocturno, cerrando el interior de los bares o rebajando el aforo en el transporte público.
Por el momento, las cifras siguen creciendo y la dinámica, que afecta a toda europa, no invita al optimismo. En todo el mundo, la pandemia ya suma 40.6 millones de contagios y 1,1 millones de muertes.