Las nuevas medidas restrictivas en La Rioja frente al coronavirus ya han entrado en vigor. Entre ellas, la más polémica es la que prohíbe hablar en el transporte público. Además, como en otras regiones, se han cerrados bares y restaurantes y el comercio no esencial, se han cerrado perimetralmente todos los municipios y las reuniones solo son posibles entre convivientes.
Todas las medidas impuestas desde hoy en La Rioja estarán en vigor hasta, al menos, el 23 de febrero. La consejera de Salud, Sara Alba, y el director general de Salud Pública, Consumo y Cuidados, Pello Latasa, anunciaron estas medidas ante la "grave evolución de la situación epidemiológica" por el coronavirus.
A algunos riojanos, la prohibición de hablar en el transporte público les parece excesivo. “Me parece que es exagerar un poco, ¿no?”, cuenta un vecino.
La movilidad de los riojanos solo está permitida entre municipios para la compra de bienes básicos y en los casos de las excepciones habituales. Los comercios no esenciales, incluso mercadillos, deben cerrar desde hoy. Al igual que museos, archivos, bibliotecas y locales de espectáculos públicos, actividades deportivas y de ocio.
En hostelería y restauración sólo podrán prestarse, exclusivamente, los servicios de entrega y recogida a domicilio. Queda prohibida la posibilidad de consumo en los propios establecimientos, así como en la vía y espacios públicos.
Los centros comerciales permanecerán completamente cerrados los fines de semana. El resto de la semana podrán abrir las actividades comerciales esenciales. La permanencia del público en los establecimientos que estén abiertos tiene que ser la mínima imprescindible.
Sólo podrán reunirse los miembros de una única unidad conviviente. Tanto en espacios públicos como privados. En cualquier lugar y por cualquier motivo. Las excepciones son "las personas que viven solas, que podrán formar parte de una única unidad de convivencia ampliada"; las reuniones de menores de edad con sus progenitores, si no conviven con ellos; las reuniones de personas con vínculo matrimonial, de pareja o análogo, si no conviven en el mismo domicilio; las reuniones para el cuidado, la atención o el acompañamiento de menores, mayores, personas con discapacidad, dependientes o vulnerables cuando resulte necesario para el normal desenvolvimiento de esa persona".
Además, tampoco se aplica esta limitación en las actividades directamente relacionadas con el ámbito laboral, educativo, institucional, profesional o ni otras actividades para las que se establezcan medidas específicas en la normativa aplicable.
Asimismo, también se mantiene el confinamiento perimetral de la Comunidad Autónoma de La Rioja.
Pero La Rioja no es la única región que ha echado el cierre a bares y restaurantes. Hasta dentro de 15 días permanecerán cerrados en la Comunidad Valenciana. Sus hosteleros, desesperados, se han echado a la calle para protestar.
Y en Cataluña mantienen el cierre de gimnasios y centros comerciales otras dos semanas, con la restauración sólo con el servicio de desayunos y comidas. “De seguir así esto es insostenible”, nos dice un pequeño empresario.
Las restricciones se endurecen cada día que pasa ante el avance de un virus que parece imparable en la tercera ola.